En el internado Mecchai Pattana, conocido también como escuela Bamboo, los 150 alumnos tienen responsabilidades inusuales. No solo dirigen, hacen trabajo social y supervisan, sino que ayudan en la contratación de sus profesores.
La escuela de los subcomités
La Mecchai Pattana se destaca por su enfoque único. Aquí, los estudiantes están a cargo de muchas tareas que en otras instituciones se reservan para los adultos.
La escuela cuenta con 10 subcomités, y los alumnos pueden elegir en cuál participar. Entre los comités disponibles están el de disciplina, cultivo de verduras, admisiones y compras.
Fundación y filosofía
Esta innovadora escuela fue fundada por Mecchai Viravaidya, un activista social conocido como el «rey de los condones» de Tailandia.
En los años 70, Viravaidya realizó campañas para promover el uso del preservativo, combatiendo las altas tasas de natalidad y el VIH/sida. Hace 15 años, fundó la escuela con el objetivo de formar personas «buenas, decentes, honestas y dispuestas a compartir y solucionar problemas».
Viravaidya cree que las escuelas deben ir más allá de enseñar a leer y escribir, formando ciudadanos responsables y empáticos.
Sistema educativo innovador
La escuela Bamboo combina lo convencional con lo radical. Sigue el currículo nacional de Tailandia y sus graduados rinden los exámenes nacionales. Sin embargo, cada estudiante debe cumplir con 2 horas de servicio comunitario a la semana.
Además, el pago por asistir a la escuela no es monetario, sino que se requiere que los estudiantes completen 400 horas de servicio comunitario y planten 400 árboles cada año.
Administración por los Estudiantes
Una de las ideas más radicales de la escuela es que los estudiantes gestionan muchas de sus actividades. Los subcomités toman decisiones importantes sobre la disciplina, el presupuesto y las admisiones.
Aunque las decisiones deben ser aprobadas por la administración, este sistema otorga a los alumnos una voz significativa en la gestión de su entorno educativo.
Formación integral
La participación en los subcomités ofrece a los estudiantes una experiencia práctica invaluable. Por ejemplo, una alumna de 17 años del subcomité de auditorías explicó cómo revisar las compras de la escuela le ha enseñado sobre contaduría y le ha dado experiencia real.
Otro subcomité, el de admisiones, entrevista a nuevos alumnos y profesores, asegurándose de que se ajusten al espíritu de la escuela.
Comunidad y solidaridad
La escuela Bamboo no cobra dinero para ingresar, por lo que muchos de sus alumnos provienen de familias de escasos recursos.
Algunos estudiantes, como Kim, no tienen nacionalidad tailandesa. Kim, abandonada de bebé, ha encontrado en la escuela Bamboo un lugar donde se siente bienvenida y valorada. Su trabajo en la supervisión de intercambios y compras le ha inspirado a considerar una carrera en la exportación de frutas.
Democracia escolar
Las decisiones de los subcomités deben ser aprobadas por el Consejo Estudiantil y la administración.
Estas decisiones pueden incluir sanciones severas como la suspensión o expulsión de alumnos. Los estudiantes reconocen sus limitaciones y, en ocasiones, consultan a los maestros para tomar decisiones informadas.
Un ejemplo de liderazgo en la escuela Bamboo
La escuela Bamboo ha captado la atención internacional, incluyendo a Naciones Unidas y la visita del ex primer ministro tailandés Prayut Chan-o-cha. Este modelo educativo demuestra que, al otorgar responsabilidad y voz a los estudiantes, se puede crear un ambiente ordenado y productivo.
El presidente del Consejo Estudiantil comentó que este enfoque le ha ayudado a madurar y desarrollar una ética de trabajo sólida.
Con información de la BBC