Después de 16 años sin hacerlo, el Banco Central de Estados Unidos (EEUU) subió la tasa de interés a su mayor nivel, entre 5% y 5,25%.
Según la Reserva Federal de EEUU está medida busca afianzar la lucha contra la inflación, además de hacer una pausa en su campaña de ajuste más agresiva desde la década de 1980, que ha restringido el crédito para negocios y consumidores.
Representantes del banco central estadounidense aseguraron que el sistema bancario está “sano y resiliente”, la turbulencia en el sector podría inhibir los préstamos, el gasto y el crecimiento.
“El comité seguirá de cerca la información entrante y evaluará las implicaciones para la política monetaria”, dijo el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) en un comunicado.
Sin embargo, el ente emitió una línea de su comunicado anterior de marzo que decía que el comité “anticipa que podría ser apropiado un endurecimiento adicional de la política”.
En su comunicado de política monetaria dice que «para determinar hasta qué punto puede ser apropiado un endurecimiento adicional de la política monetaria». Además, asegura que, los funcionarios de la Fed estudiarán cómo se comportan la economía, la inflación y los mercados financieros en las próximas semanas y meses.
Cabe destacar que este anuncio no garantiza que la Reserva Federal mantenga las tasas estables en su próxima reunión de junio, ya que la inflación sigue siendo alta y el empleo sigue creciendo a un ritmo robusto.
¿Qué consecuencias trae?
El debate podría provocar divisiones entre los funcionarios del Banco Central, ya que el miércoles probablemente aumentarán la tasa referencial a 5,1%.
Austan Goolsbee, presidente del Banco Federal de Chicago, citó el mes pasado la turbulencia en el sector bancario y la posibilidad de que muchos bancos limiten el crédito para negocios y consumidores, como una posible razón para que el banco central desista esta semana de aplicar otro aumento de las tasas, refiere AP.
