El Banco Central Europeo (BCE) nuevamente subió los tipos de interés, esta vez otros 75 puntos básicos, y situó la tasa a 2%, su mayor valor desde enero de 2009. La decisión podría encarecer más las hipotecas.
El Consejo de Gobierno del BCE anunció que, a pesar del riesgo de recesión económica, realizó esta maniobra para contener una inflación que "sigue siendo excesivamente elevada", y que alcanzó en septiembre 9,9% en la zona del euro, impulsada por el encarecimiento de la energía y los alimentos.
"Esperamos subir los tipos para que la inflación vuelva al objetivo a medio plazo", señaló la presidenta del BCE, Christine Lagarde.
La nueva subida se añade a los incrementos de 0,5 puntos en julio y de 0,75 puntos en septiembre.
En un contexto macroeconómico volátil, Lagarde ha señalado que el BCE prevé seguir subiendo los tipos, para devolver la inflación al objetivo de 2%.
"Vamos a tener aumentos de tipos de interés en el futuro y, por tanto, el proceso de normalización continúa", explicó.
La decisión del aumento no es ninguna sorpresa, y algunos expertos ya comentaban que el Consejo de Gobierno del banco europeo estaba decidido a proceder con esta medida.
Lagarde ve probable que la actividad económica en la zona del euro se haya desacelerado significativamente en el tercer trimestre del año, y se prevé un mayor debilitamiento en el resto de 2022 y principios de 2023.
Por ello, advirtió que, aunque los indicadores a corto plazo sugieren que se han creado puestos de trabajo, "el debilitamiento de la economía podría conducir a un desempleo algo mayor en el futuro".
Cabe destacar que la subida encarecerá los créditos y las hipotecas, lo que pone en la diana a la banca e impacta en las familias, las empresas y la deuda.