El Banco Mundial (BM) hizo un ajuste en sus proyecciones de crecimiento del PIB de Latinoamérica y el Caribe para 2023, del 1,4% al 2% aunque los países de la región se mantendrían por debajo del desempeño mundial, así lo informó Bloomberg.
Sin embargo, el PIB en América Latina es 11% superior a su nivel prepandémico, gracias al impulso del consumo privado, aunque en Asia Oriental y Meridional, este es un 30% superior, y en Europa Oriental, aún afectada por la guerra, estuvo 15% por encima.
«Las escasas perspectivas de crecimiento en América Latina y el Caribe no son consecuencias de la pandemia, sino que reflejan temas estructurales que no han sido abordados», señaló el organismo en su reporte.
No obstante, el BM aseguró que la región mostró «mayor resiliencia y menor volatilidad» en sus pronósticos que Norteamérica, Europa Oriental y Europa Occidental.
El organismo multilateral proyecta para 2024 que la tasa de crecimiento de la economía de la región se ubique en 2,3% y en el 2025 en el 2,6%.
Estas tasas de crecimiento serían similares a los de la década de 2010 pero no serían suficientes para alcanzar los avances tan necesarios en materia de inclusión y reducción de la pobreza.
Latinoamérica se moverá en medio de la incertidumbre por el desempeño económico de sus principales socios comerciales en el G7, así como las perspectivas inciertas del gigante asiático.
En la región, Guyana aparece como el país que registraría mayor crecimiento, con 29% en el 2023, 38,2% en 2024 y de 15,2% en 2025.
En Centroamérica destaca el crecimiento de Costa Rica, en donde la proyección es de 4,2% para este año, mientras que México crecería 3,2% en el presente año.
Por el contrario, la economía de Argentina se contraería -2,5%, mientras que la chilena decrecería -04%.
El reporte de BM refleja un panorama aún incierto para la economía de Latinoamérica «a pesar de las buenas noticias recientes en torno a la inflación, las tasas de interés muy elevadas observadas en los países avanzados aún no comienzan a descender».
Por otra parte, pese a algunas caídas de los precios de las materias primas, son moderadamente elevados en términos históricos, impulsando las exportaciones, aunque en menor medida que en picos recientes.
Aunado a eso, los precios mundiales de los alimentos y la energía disminuyeron desde el pico que representó la invasión de Rusia a Ucrania. «Si bien los precios siguen siendo elevados (…) su retroceso desde los picos observados en 2022 contribuyó a la moderación de la inflación general» destacó el BM.
Sin duda las economías latinoamericanas se muestran a la expectativa del desempeño de China. De acuerdo al BM, en en año 2000 el mercado chino representaba menos del 2% del comercio total de Latinoamérica y el Caribe, mientras que en el 2022, creció al 17%.
Es por ello que una menor demanda de china afectaría la dinámica comercial de los países de la región, en particular aquellos que dependen de la exportación de materias primas.
Finalmente los factores climatológicos, como el fenómeno El Niño, también incidirán en el desempeño de las economías, en medio de la lucha contra la inflación, especialmente por el impacto que enfrentará el campo.
Sin embargo, en las región estos efectos serán dispares, ya que el efecto del Niño no es parejo a lo largo de América Latina y el Caribe.
