El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, declaró zona de desastre tras el paso de Ian, con esta medida, permitirá enviar ayuda federal al estado para apoyar los esfuerzos de recuperación en las áreas afectadas, así como, otorgar asistencia a los afectados de los nueve condados afectados por el poderoso huracán.
A través de su cuenta Twitter, el mandatario informó que conversó con el gobernador Ron DeSantis, para establecer las estrategias de apoyo al estado en la brevedad posible.
Biden resaltó que enviará al administrador de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA), para verificar los esfuerzos de respuesta y ver dónde se necesita apoyo adicional.
Por su parte, DeSantis declaró que, ante la expectativa de nuevas inundaciones potencialmente mortales, las autoridades ordenaron evacuaciones masivas en la franja costera, dónde se asientan alrededor de dos millones de personas, por lo cual le solicitó al jefe de Estado que amplíe la zona de desastre, para incluir a todas las aéreas afectadas.
Más temprano, el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NCH), informó que el ciclón Ian fue degradado a tormenta tropical, pero aún persiste la amenaza de marejadas e inundaciones a medida que sale de Florida, y se dirige hacia las Carolinas.
Según un reporte del NCH, la tormenta se encontraba a 65 al sureste de Orlando con vientos máximos de 105 kilómetros por hora, los climatólogos prevén que Ian se alejará de la costa este de Florida el jueves en la tarde con dirección hacia la costa de Carolina del Sur.
En este punto, el NCH alerta que Ian podría fortalecerse aún más a medida que golpea aguas cálidas, lo que podría convertirse nuevamente en un huracán, por lo que se mantiene una alerta de huracán en la zona.
El director interino del NCH, Jamie Rhome, afirmó en una declaración a los medios que Ian “todavía tendrá un impacto formidable, a medida que avanza por el estado de Florida a lo largo del corredor, I-4 en los próximos días”.
Ian llegó el miércoles en la tarde al estado del sur, con vientos de 249 kilómetros por hora, siendo catalogado como uno de los huracanes más costosos y poderosos en la historia de Estados Unidos. Dejó a su paso en Florida, cerca de 2,5 millones de hogares y negocios sin electricidad, así como carreteras inundadas.
En algunas zonas se registraron cerca de 10 mm de lluvia, lo que ocasionó inundaciones repentinas. Según el Servicio Meteorológico, en todo el sureste de EE.UU., se registraron anegaciones en al menos 31 mareómetro.
Varias consultoras estiman que los daños causados por Ian superan los 69 mil millones de dólares.