Bogotá se prepara para enfrentar un racionamiento de agua en los próximos días debido al bajo nivel de los embalses que abastecen a más de siete millones de habitantes, una medida considerada como una de las más drásticas tomadas por una ciudad colombiana este año ante los efectos del fenómeno de El Niño, informó AP.
El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, anunció el jueves que la ciudad se encuentra en «situación crítica, en alerta roja», y que se ven obligados a tomar medidas urgentes. Aún se están analizando los horarios y zonas en las que se aplicará el racionamiento antes de anunciar los detalles de la medida.
El fenómeno de El Niño ha traído consigo una disminución de las lluvias y un aumento de las temperaturas en Colombia. La ministra de Ambiente, Susana Muhamad, advirtió que todo el país debe ahorrar agua y energía en la última fase del evento climático, que se espera continúe afectando durante tres semanas más.
A nivel nacional, no se han anunciado medidas de racionamiento de agua ni cortes de energía. Sin embargo, el nivel promedio de los embalses en el país es del 31%, según el Ministerio de Minas.
El ministro de Minas y Energía, Andrés Camacho, explicó que en el caso de Bogotá, la medida se debe a la situación del sistema Chingaza, conformado por los embalses de Chuza y San Rafael, fundamentales para el suministro de agua potable en la región.
El sistema Chingaza reportaba el miércoles un acumulado del 16% en sus presas, con una tendencia descendente, según la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca.
Con un consumo promedio de 18 metros cúbicos por segundo, las autoridades instan a la población a reducir el consumo de agua. A pesar de una campaña de ahorro de agua desde enero, el ahorro conseguido hasta ahora es considerado insuficiente por las autoridades locales.