Bolivia ha defendido históricamente el uso de la hoja de coca, cultivo tradicional del país suramericano que sus pueblos originarios utilizan desde siempre con fines medicinales y rituales.
En esta oportunidad, el ministro de Desarrollo Productivo y Economía Plural, Néstor Huanca, anunció la creación de una empresa estatal para la industrialización de esta planta, a través de la que está contemplado producir pasta dental a base de hoja de coca.
Se trata de la Empresa Pública Productiva de Industrialización de la Hoja de Coca Boliviana (Kokabol), que iniciará operaciones con una inversión que ronda los 9 millones de dólares en Cochabamba.
El primer producto será el anunciado dentífrico, que se comenzará a fabricar en 2023; no obstante, Bolivia apenas inicia un proceso de “investigación y desarrollo tecnológico productivo de la hoja de la coca y plantas medicinales para su industrialización”, según señaló Huanca; agregó que esperan desarrollar la industria de la química básica de la hoja de coca y con ello procesar y transformar artículos provenientes de la planta
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Incluso, el Gobierno boliviano tiene la esperanza de sustituir importaciones de productos que puedan fabricarse en el ámbito nacional a través de este cultivo. “Nuestra hoja de coca tiene más fibra, es rica en vitaminas, tiene 14 alcaloides. La planta desarrollará una química básica e impulsará una investigación de la coca”, recalcó Huanca.
En la nación suramericana, la hoja de coca es reconocida desde la Constitución como un recurso natural originario y patrimonio cultural del país. Incluso, desde el año 2016, Bolivia promulgó la Ley 864, en la que se reconoce la masticación tradicional de la hoja de coca como Patrimonio Cultural Inmaterial del Estado Plurinacional de Bolivia.
