Por primera vez en la historia de Brasil, la inseguridad alimentaria supera el promedio mundial desde que inició el seguimiento de datos en 2006. Lo indica Gallup World Poll según datos publicados el pasado miércoles por la Fundación Getulio Vargas (FGV), una institución académica brasileña.
El porcentaje de personas que alega no tener dinero suficiente para asegurar su alimentación en Brasil se disparó desde 14% en 2014 -año en que el país fue retirado del Mapa Mundial del Hambre de la ONU-, hasta alcanzar 30% en 2019 y finalizó en un récord del 36% el pasado año, crecimiento ocasionado por la pandemia de la Covid-19.
Entre el 20% de personas más pobres de Brasil durante la pandemia, la inseguridad alimentaria aumentó de 53% a 75% del 2019 al 2021, acercándose así a los niveles de Zimbabue, país tiene el nivel más alto de inseguridad alimentaria en el mundo con 80%.
Los brasileños se enfrentan a esta dura situación a pesar de que el país es uno de los principales productores de bienes agrícolas en todo el mundo. Esto afecta principalmente a las familias más pobres del país, a las mujeres y las personas de entre 30 y 49 años de edad, cuyos domicilios tienen mayor número de hijos.
La FGV aclaró que el estudio aún no refleja el crecimiento de los precios en los últimos meses provocado por la guerra en Ucrania, y que el hambre pudo haber empeorado en el país si el Gobierno no hubiera distribuido subsidios a casi 40 millones de familias pobres durante la pandemia.