El ministro de Derechos Humanos de Brasil, Silvio Almeida, explicó que desplegarán una delegación a Boa Vista para investigar la violación de los derechos a los pueblos Yanomamis.
“Se actuará de inmediato y preparará un informe para determinar las responsabilidades por lo ocurrido», sentenció Almeida.
Hace días, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva viajó a la región y calificó la situación de «inhumana». Según un cálculo del gobierno, 570 niños yanomami han muerto en los últimos cuatro años.
La misión, formada por delegados de organismos gubernamentales y organizaciones de la sociedad civil, llegará con donaciones de alimentos y suministros de salud.
Entre otras tareas, la delegación se reunirá con fiscales y defensores públicos, líderes y movimientos indígenas.
Según el ministro, el objetivo de las reuniones es identificar líderes amenazados y elaborar un plan para fortalecer la red local de protección lo que se convierte en un desafío no sólo por las distancias físicas sino por la urgencia y gravedad de la situación que atraviesan los yanomamis.
Según el Instituto Socioambiental de Brasil (ISA), el territorio indígena yanomami está ocupado por ocho pueblos y cuenta con unos 26.700 habitantes. Su superficie se extiende por unos 9,6 millones de hectáreas, el equivalente a 13.800 campos de fútbol).
La mayor reserva indígena de Brasil fue reconocida y ratificada por el gobierno brasileño en 1992, mediante un decreto firmado por el entonces presidente Fernando Collor de Mello.