El gobierno de Brasil sancionó en días recientes una reforma legal que garantiza apoyos económicos para las víctimas de violencia machista: se trata de una ayuda financiera para pagar el alquiler durante un período de hasta seis meses.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, indicó que esto es importante para «romper el ciclo de abusos» y que su Gobierno «está comprometido con la vida de las mujeres».
Por su parte, la primera dama, Rosangela «Janja» da Silva, que acompañó a Lula en la firma de la modificación legal, señaló que la medida permite a las víctimas «alejarse del autor de la violencia y construir una vida digna».
Cinco mujeres son agredidas cada dos minutos en Brasil, de acuerdo con la senadora Margareth Buzetti. En más del 80% de los casos el agresor es el esposo, novio o expareja.
El proyecto -que modifica la llamada Ley Maria da Penha- tiene como objetivo fortalecer la protección a las víctimas de violencia doméstica, permitiéndoles encontrar refugio y una vivienda adecuada cuando se enfrenten a situaciones de amenaza, hostilidad y violencia que las obliguen a abandonar sus hogares.
«El subsidio de alquiler deberá ser pagado por los estados, municipios o el Distrito Federal con los recursos destinados a la asistencia social. La decisión de pagar el alquiler debe ser tomada por el juez responsable del caso de violencia doméstica», puntualiza la información.
Según el Ministerio de la Mujer, sólo 134 municipios de Brasil cuentan con albergues para víctimas de violencia doméstica. Algunas ciudades, como Belo Horizonte, São Paulo, Fortaleza y Teresópolis, ya cuentan con iniciativas similares a esta.
De acuerdo con el Foro Brasileño de Seguridad Pública, unos 18,6 millones de mujeres sufrieron violencia en Brasil en 2022. En promedio, las mujeres víctimas de violencia fueron agredidas cuatro veces durante el último año.
Sin embargo, entre las mujeres divorciadas, la media de agresiones fue de nueve en el mismo período.