El senador brasileño, Marcos do Val (Podemos), denunció este jueves que el exmandatario, Jair Bolsonaro, trató de convencerlo para dar un golpe de Estado y así impedir la juramentación del ahora presidente, Luis Inázio Lula da Silva.
A través de una transmisión en vivo con el ex diputado, Arthur do Val, y el legislador, Renan Santos, Do Val comentó que el exmandatario quiso aprovechar la experiencia militar del senador y lo convocó a una reunión con él.
De acuerdo a las declaraciones, el plan de Bolsonaro no era nada sencillo: Do Val debía acercarse al ministro del Tribunal Supremo Federal y presidente del Tribunal Supremo Electoral, Alexandre de Moraes, para así grabar alguna declaración del magistrado que permitiera comprometerlo y luego utilizar el audio para arrestarlo.
La revelación de Do Val es la prueba más cercana y confiable de las ya existentes contra Bolsonaro y su intención de anular el resultado de los comicios en los que el presidente Lula da Silva, salió victorioso.
Silveira, ex policía de Río de Janeiro, fue acusado de persuadir a Do Val para unirse a la turbia conspiración, la cual ha sido descrita por el senador como ‘’una acción extraña, inmoral e incluso criminal’’.
Tras las fuertes denuncias, Do Val utilizó su cuenta oficial de Instagram para anunciar que luego de cuatro años como senador de Espíritu Santo, este dejaría definitivamente la política y regresaría junto a su familia a Estados Unidos para continuar con su carrera como profesor.
“Las ofensas que vengo recibiendo están pesando mucho sobre mi familia. Que Dios conforte los corazones de todos mis electores. Perdonen, pero mi tiempo, mi salud, y hasta mi salud, y no dan más de sí”, dijo Do Val.
Do Val fue electo en 2018 para ocupar el cargo de senador por el estado de Espíritu Santo, pero también estuvo al frente del Comité Directivo del Senado, fue vicepresidente de la Comisión de Relaciones Exteriores y Defensa Nacional y de la Transparencia, Gobernanza, Supervisión y Control y Protección del Consumidor.
Por su parte, el expresidente de Brasil está siendo investigado por el Tribunal Supremo de Brasil por su posible papel como presunto provocador del asalto a los tres poderes del país el pasado 8 de enero, cuando sus simpatizantes buscaban provocar un golpe militar que acabara con el nuevo gobierno de Lula.
