Hoy se estrena el nuevo Congreso de EEUU para iniciar el año legislativo, y la Cámara de Representantes elegirá a su nuevo presidente: seguramente Kevin McCarthy, actuará como jefe administrativo de la institución ya que su partido tiene más representantes que el banco contrario y la mayoría ha mostrado apoyo.
La elección del presidente será la primera votación de la Cámara, incluso antes de que los nuevos legisladores tomen posesión de sus cargos.
Si todos los 434 miembros de la Cámara asisten a la votación y anuncian su apoyo a una persona concreta, el candidato tendrá que ganar 218 votos, es decir, el 50 % más uno, para convertirse en el presidente del organismo.
Si algunos miembros están ausentes o se abstienen, el número de los votos necesarios se reduce.
Hay que recordar que, en noviembre, el Partido Republicano ganó 222 escaños en la Cámara de Representantes y consiguió el control del organismo. Los demócratas obtuvieron 213 puestos (pero Donald McEachin murió así que ahora son 212).
Así que el contrincante del republicano Kevin McCarthy será Hakeem Jeffries. Aunque los números formalmente apoyan al primero, McCarthy se enfrenta a un grupo de legisladores -encabezado por Andy Biggs- quienes se oponen a su candidatura.
Si la votación se prolonga durante varios días, los miembros de la Cámara pueden cambiar las reglas de elección, aprobando una resolución que permita a quien obtenga una mayoría simple de votos convertirse en presidente, independientemente de las ausencias o de las abstenciones.
La presidenta saliente es Nancy Pelosi quien fue elegida para el cargo en 2019 y había ocupado el puesto entre 2007 y 2011. El pasado noviembre anunció que no se presentaría a la reelección como líder demócrata en la Cámara.