Lo has estado haciendo por casi toda tu vida. Se trata de ir poniendo un pie hacia adelante y luego el otro para avanzar. La propuesta en este caso, es hacerlo a la inversa.
Los fisioterapeutas ya utilizaban este ejercicio desde hace años para tratar a personas con problemas en las rodillas y en la cadera.
Ayuda a combatir el dolor lumbar crónico
La Biblioteca Nacional de Medicina, reseña un estudio en el que se buscaba investigar la actividad electromiográfica del músculo multífido lumbar y del músculo erector de la columna durante la marcha hacia adelante y la marcha hacia atrás, en participantes con y sin dolor lumbar crónico.
Los resultados del estudio arrojaron que la actividad de los músculos paraespinales fue mayor durante la marcha hacia atrás que durante la marcha hacia adelante. Además, el grupo con dolor lumbar crónico tuvo una mayor activación de los músculos paraespinales en comparación con el grupo sano.
Por tanto, caminar hacia atrás, se considera un ejercicio aeróbico óptimo en pacientes con dolor lumbar crónico, porque puede causar una mayor activación muscular.
Mejora composición corporal y capacidad cardiorrespiratoria en mujeres
La misma web cita esta vez un estudio sobre el efecto de este tipo de entrenamiento en mujeres jóvenes, y entre otras cosas concluye que, “el entrenamiento de caminar/correr hacia atrás mejora la aptitud cardiorrespiratoria tanto para el ejercicio hacia adelante como hacia atrás y provoca cambios significativos en la composición corporal” de las féminas.
Palabras más, palabras menos, el ejercicio mostró reducciones en la grasa corporal para mujeres que completaron el programa de entrenamiento de seis semanas.
El gasto de energía con este cambio también es notorio al ser casi un 40% mayor que al caminar a la misma velocidad hacia adelante: 6,0 Mets frente a 4,3 Mets (un equivalente metabólico, en el que Met es la cantidad de oxígeno consumido mientras se está sentado en reposo).
Fortalece las extremidades
La Facultad de Ciencias de la Rehabilitación de la Universidad de Daegu (Corea del Sur) realizó un estudio en el que se comparaban los datos recopilados durante años sobre este ejercicio. En sus conclusiones determinaron que andar hacia atrás podía ayudar a fortalecer la rodilla, la cadera y los músculos de las piernas, además de mejorar la resistencia y la velocidad de la marcha. Esto último apuntaba a que este tipo de entrenamiento podría usarse para controlar el peso y mejorar la forma física en general.
Ayuda a fortalecer también la memoria
Cuando nos desplazamos hacia atrás, podemos recordar con mayor facilidad experiencias pasadas, señala un grupo de investigadores de la Universidad de Roehampton.
La revista Investigación y Ciencia cita un estudio en el que mostraron a más de 100 voluntarios un vídeo de un robo, o bien les pidieron que recordaran 20 palabras o 18 fotografías en color. Para distraer un poco su atención, los científicos dejaron que resolvieran sudokus durante 10 minutos.
Después, unos participantes debían caminar 10 metros hacia atrás o hacia delante; otros debían permanecer sentados durante el mismo tiempo. En otra ocasión les pidieron que se imaginaran ese movimiento de retroceso o que vieran el vídeo de un tren en marcha para tener la sensación de que estaban avanzando o retrocediendo. A continuación, debían recordar tantas palabras o imágenes como pudieran o responder preguntas sobre las escenas de la filmación.
Curiosamente, las personas que se habían desplazado hacia atrás físicamente o en su imaginación, dieron dos respuestas correctas más que las que las que no se habían movido o habían caminado hacia delante, y lo mismo sucedió cuando se les pidió que recordaran las palabras o las imágenes.
Si no lo has practicado, empieza ahora y haz tus propias anotaciones.