En una sentencia de 26 páginas el juez canadiense Dennis Galiatsatos desestimó la demanda presentada contra un hombre acusado de acosar a su vecino haciéndole la señal del dedo medio en un suburbio de Montreal.
“Para ser absolutamente claro, no es un crimen enseñarle el dedo a alguien. Es un derecho otorgado por Dios, consagrado en la Carta, que pertenece a todos los canadienses”, explicó el juez, refiriéndose a la Carta de Derechos y Libertades de Canadá.
Es posible que el gesto no sea civilizado o cortés, pero “no es un crimen”, indica la sentencia.
En su sentencia, Galiatsatos pronunció un severo reproche contra el vecino y demandante, Michael Naccache, cuyos reclamos no eran “más que banalidades mundanas y mezquinas de vecindario”.
“Es deplorable que los denunciantes hayan convertido en arma el sistema de justicia penal en un intento de llevar a cabo su venganza contra un hombre inocente debido a algunos desaires percibidos que son, en el mejor de los casos, molestias banales”, escribió Galiatsatos.
El acusado, Neall Epstein, profesor, fue detenido por la policía en mayo de 2021 por proferir amenazas de muerte y “acoso delictivo” contra su vecino en la localidad de Beaconsfield, Quebec.
Las pruebas de video, tomadas de las grabaciones de las cámaras de seguridad, “muestran claramente que Epstein mira en la dirección del demandante y le enseña el dedo, algunas veces con las dos manos”.
Galiatsatos opinó que “el hecho de que te digan vete al demonio” no debería motivar una llamada al 911”.
El juez señaló: “Los demandantes son libres de mostrarse exageradamente sorprendidos ante semejante insulto. No obstante, el departamento de policía y el servicio de emergencias del 911 tienen prioridades más importantes que atender”, indicó.