La Real Casa de la Moneda británica ha develado este viernes la efigie oficial del rey Carlos III, la cual será la próxima presentación que estará en las monedas luego del fallecimiento de la reina Isabel II, el pasado 8 de septiembre.
La moneda de 50 peniques, alusiva al Rey, entrará en circulación los próximos meses. Además, será incluida en una colección de monedas conmemorativas en honor a la vida de la monarca, la cual se hará pública el próximo 3 de octubre.
Las monedas que muestran al nuevo monarca, lo mostrarán mirando hacia la izquierda, todo lo contrario, a Isabel II, la cual miraba hacia la derecha. Esto siguiendo la tradición del siglo XVII que ordena que los reyes se muestren de perfil y en dirección opuesta a sus predecesores.
El monarca se muestra sin una corona. Una inscripción en latín que rodea el retrato se traduce como: “Rey Carlos III, por la Gracia de Dios, Defensor de la Paz”.
El diseño fue hecho por el escultor británico Martin Jennings y aprobado personalmente por el monarca. El artista aseguró que fue un honor trabajar en un diseño tan significativo e histórico.
“Cuando empezamos a hacer monedas, era la única manera de que la gente pudiera conocer el aspecto real del monarca, no en los días de las redes sociales como ahora”, dijo Anne Jessopp, directora general de la casa de moneda. “Así que el retrato del rRy Carlos estará en todas y cada una de las monedas a medida que avancemos”.
La Real Casa de la Moneda, con sede en el sur de Gales, ha representado a la familia real británica en monedas durante más de 1.100 años, documentando a cada monarca desde Alfredo el Grande.
La reina Isabel II apareció por primera vez en un billete. Era el año 2935 cuando el billete de 20 dólares de Canadá mostraba a una pequeña Elizabeth de poco más de ocho años, cuyo abuelo, el rey Jorge V, reinaba.
Desde ese momento, Isabel II ha estado retratada en miles de millones de billetes y monedas, recordando el alcance colonial que tuvo en el imperio británico.
Ahora, con la muerte de la monarca, el rey Carlos III es quién ocupará su lugar, no solo en el trono, sino también en los bolsillos de millones de personas.
