Uno de los cárteles de droga más influyentes en la historia, el Cártel de Sinaloa, conocido por ser responsable de la mayor parte del fentanilo que ingresa a los Estados Unidos, ha prohibido la producción y venta de esta droga ilícita debido a la creciente presión política del país norteamericano: «paren o mueren» habrían dicho a sus miembros.
Según informes del Wall Street Journal, operativos del cartel entrevistados por el periódico afirman que la organización ha tomado la decisión de «prohibir la producción y el tráfico del opioide ilegal en su territorio, en respuesta a la creciente presión de las autoridades estadounidenses».
Se dice que la orden proviene de los hijos del notorio narcotraficante mexicano Joaquín «El Chapo» Guzmán, quien fue el líder previo del Cártel de Sinaloa y actualmente se encuentra recluido en una prisión de máxima seguridad en Colorado.
El cartel busca «evitar la presión de las autoridades estadounidenses», según el informe, en un momento en que las muertes relacionadas con esta droga han experimentado un notable aumento durante la última década.
Un funcionario estadounidense entrevistado por el periódico describió este movimiento como una estrategia de relaciones públicas, y afirmó que el cartel no dejará de producir fentanilo.
«En términos generales, esto no cambiará nada», declaró el funcionario. «Ellos creen que si hacen esto, no serán tan perseguidos».
El informe también señala que la administración de Biden está presionando al gobierno mexicano, para que intensifique sus esfuerzos en desmantelar estas operaciones, en particular las del Cártel de Sinaloa.
Varios operativos del cartel entrevistados por el WSJ afirmaron que habían dejado de producir fentanilo debido a que el cartel había comenzado a asesinar a cualquier persona que continuara involucrada en la fabricación o el tráfico de la droga.
La organización ha colocado pancartas en diversas zonas del estado de Sinaloa advirtiendo a sus miembros que serán asesinados si se relacionan con el fentanilo. Se informa que se han encontrado pancartas similares en otros estados mexicanos, como Tijuana y Sonora.
Otros operativos indicaron que el cartel espera que al retirarse del negocio del fentanilo, las autoridades estadounidenses concentren sus recursos en perseguir al Cártel Jalisco Nueva Generación.
Algunos de los miembros del cartel entrevistados por el Journal declararon que renunciaron porque ya no podían obtener los productos químicos necesarios para fabricar la droga, o porque encontraron a otros miembros del cartel que habían sido asesinados a tiros y les habían arrojado píldoras de fentanilo.
El medio señaló que una docenas de personas vinculadas a los cárteles han sido secuestradas o han desaparecido en las últimas dos semanas, todas relacionadas con la producción de fentanilo.
«Inferimos que estos secuestros y desapariciones están relacionados con la prohibición del fentanilo, ya que sus familiares no han presentado denuncias formales a las autoridades», afirmó un entrevistado. «Estas personas están muy asustadas».
Incluso si la prohibición resulta ser auténtica, los funcionarios estadounidenses señalaron que el suministro de fentanilo es tan amplio que es probable que pasen meses antes de que se observe una reducción de la droga en las calles de Estados Unidos. El cartel probablemente aumentará sus exportaciones de cocaína, metanfetamina y heroína para compensar cualquier disminución en los ingresos debido a la prohibición de la venta de fentanilo.