En medio de los preparativos para la coronación de Carlos III, la Casa Real presentó las nuevas monedas de 50 peniques que muestran la Abadía de Westminster y otra de 5 libras en la que estará el monarca portando la corona Tudor aunque no es la que utilizará Carlos el 6 de mayo.
Chris Baker, miembro de la Fábrica de la Moneda explicó: «Está llevando la corona Tudor, que ya no existe en la actualidad. Es la que usaban los monarcas de la dinastía Tudor, pero fue destruida en 1649». Las monedas estarán disponibles a partir del 24 de abril para poder utilizarlas en el momento de la ceremonia.
Esta será la primera coronación real que ve el mundo en más de 70 años y trae consigo muchas novedades como su propio logo diseñado por Sir Jony Ive y en el que se ven las flores rodeando la corona de San Eduardo, que será usada por el rey el 6 de mayo.
Ive explicó que escogió este diseño para «destacar el optimismo de la primavera y refleja el amor del Rey por la naturaleza».
La corona provocó dolores de cabeza en un sentido literal para el monarca ya que por su estructura de 30 centímetros de alto y pesa 2,23 kilos. Un peso muy grande para ser cargado, toda una metáfora de la importancia de la coronación para el futuro rey.
De acuerdo al mismo Carlos, su mamá la reina Isabel II, le contó que la primera vez que la usó pensó que le rompería el cuello. Quizás esa sea la razón por la que sólo es colocada durante un breve momento de toda la ceremonia.
En el caso de la reina Camila, usará la misma corona que llevó la reina María de Teck, bisabuela del rey en 1911, en el momento que Jorge V fue coronado.
La corona de Camila está en manos de orfebres ya que debieron adaptarla a la cabeza de la reina consorte, quien es la primera en reutilizar una joya de esta magnitud en lugar de crear una nueva.