"Está claro que la idea era condenarme (…) existe un Estado paralelo", dijo la actual vice presidenta de Argentina, Cristina Fernández, tras el veredicto de seis años de prisión por corrupción e inhabilitación perpetua para ocupar cargos públicos en la causa Vialidad.
"Yo no legislo, no sancioné las leyes de presupuesto", subrayó la ex presidenta en un pronunciamiento en vivo que hizo en cuanto terminó el juicio.
La vicepresidenta indicó que la sentencia no es una condena por la Constitución Nacional y las leyes administrativas, sino que tiene su origen en un sistema que llamó “lawfare” pero que ahora lo ve más simple: “no es un partido. Es un Estado paralelo y una mafia judicial", remató.
La base jurídica de la defensa de la vicepresidenta argentina fue que la Fiscalía no produjo evidencias, ni un solo documento o mensaje, que la vincularan directa y personalmente con el otorgamiento de obras a Lázaro Báez.
Uno de los tramos más sentidos de su discurso fue cuando denunció que quienes la juzgaron la quieren “presa o muerta” al tiempo que dejó claro que la condena real es la inhabilitación para ejercer cargos públicos, por lo que agregó: "Voy a ser lo mismo que en diciembre de 2015. No voy a ser candidata a nada. Magneto puede pedir a sus esbirros que me metan presa". También se refirió al intento de asesinato que sufrió, y dijo que tal vez a alguien se le puede ocurrir matarla antes. "Presa o muerta me quieren".
Al mismo tiempo, en las afueras del tribunal, en Capital Federal, permanecieron cientos de personas apoyando a la ex mandataria argentina: "Hoy la tocan a ella, mañana es con nosotros o con nuestros hijos. Nos quieren someter", aseguraban.
La causa vialidad
Un panel de tres jueces rechazó un cargo de dirigir una organización criminal, por el cual la sentencia podría haber sido de 12 años de prisión. La sentencia dictada marca la primera vez que un vicepresidente argentino en ejercicio es condenado por un delito.
Fernández fue acusada de gestionar 51 contratos de obras públicas en Santa Cruz que fueron adjudicadas a una empresa de Lázaro Báez , amigo y socio comercial de Fernández y de su esposo Néstor Kirchner, quien fue presidente de Argentina desde 2003 hasta el 2007.
Cabe destacar que aún restan dos instancias de apelación para Fernández, quien fue presidenta de Argentina durante dos mandatos entre 2007 y 2015.
A otro de los acusados, Lázaro Báez, le condenaron a 6 años de cárcel. También recibieron condenas: José López (6 años), Nelson Pierotti (6 años), Mauricio Collareda (4 años), Juan Carlos Villafañe (5 años), Raúl Daruich (3 años y 6 meses), Raúl Pavesi (4 años y 6 meses), José Raúl Santibáñez (4 años).
Fueron absueltos Julio de Vido, Abel Fatala, Héctor Garro y Carlos Santiago Kirchner.