El desierto de Atacama, conocido como el más árido del mundo, se ha transformado en un espectacular paisaje de flores moradas y blancas. Este fenómeno, resultado de lluvias inesperadas, ha sorprendido a turistas y habitantes del norte de Chile.
Un fenómeno poco común
Desde 2015 no se había visto un evento de estas características en esta época del año. Los visitantes y residentes locales han quedado maravillados ante este espectáculo natural.
Normalmente, el desierto florido se observa a partir de septiembre, pero este año la floración temprana ha dejado a todos sin palabras.
La magia de la lluvia
César Pizarro, jefe de conservación de biodiversidad de la Corporación Nacional Forestal, explicó a la AFP que la lluvia de 11-12 milímetros en abril, junto con una nubosidad baja que humedece el suelo cada noche, ha sido clave para activar estas plantas.
Sin embargo, aclaró que este fenómeno no es el mismo que el «Desierto Florido» de la primavera boreal, que abarca unos 15.000km². En esta ocasión, las flores cubren entre 300km² y 400km².
La protagonista: pata de guanaco
En su máximo esplendor, el desierto florido muestra más de 200 especies de plantas. Actualmente, la «pata de guanaco», una flor morada que requiere poca agua y prospera en áreas arenosas, ha sido la principal protagonista.
Causas y análisis
Los científicos aún no han determinado si este florecimiento temprano está relacionado con el cambio climático o fenómenos como El Niño o La Niña. Pizarro mencionó que el evento similar ocurrido en 2015 también levantó interrogantes.
Además, los expertos creen que estos florecimientos en el desierto chileno pueden ofrecer pistas sobre los desafíos futuros que enfrentará la humanidad debido a condiciones extremas de bajas lluvias y altas temperaturas atribuidas al cambio climático.
