La Justicia de China dictaminó pena de muerte para Yu Huaying, quien secuestró y vendió a 11 niños entre los años 1993 y 1996, incluído su propio hijo.
La información explica que el veredicto fue emitido por la Corte Intermedia de la ciudad de Guiyang y dado a conocer por el perfil oficial del ente en la plataforma WeChat, de acuerdo con informes del medio local Beijing News
«La mujer secuestraba a niños de familias de escasos recursos y los vendía en la ciudad de Handan, provincia de Hebei. Empezó con el bebé que tuvo producto de una relación extramatrimonial con un hombre de apellido Gong. A partir de ese momento, se asoció con el padre del niño para empezar su carrera criminal en 1993», explica la nota.
Yu Huaying -quien tiene actualmente 60 años- apelará al fallo. El tribunal consideró que su delito provocó un daño social “extremadamente significante” y que las circunstancias en las que perpetró los hechos fueros “particularmente graves”.
Los crímenes de la mujer fueron cometidos junto con un cómplice ya muerto. Otras dos personas cumplieron un rol intermedio en la venta de los menores y serán juzgados en otra sesión.
La detención de la mujer se dio gracias a que una de sus víctimas ubicó a una de sus hermanas biológicas y denunció su caso ante la Policía.
Cabe destacar que el tráfico de personas se convirtió en un tema persistente en China, agudizado por la política de hijo único y el desequilibrio entre sexos, lo que causó que hubiese 42 millones de hombres más que mujeres en 2017, según data del Banco Mundial.