Christopher Wilder, conocido como el «asesino de las Reinas de Belleza», sembró terror en Estados Unidos en un breve pero brutal período en 1984. Nacido el 13 de marzo de 1945 en Sídney, Australia, Wilder escapó de la muerte en varias ocasiones desde su nacimiento hasta su vida adulta.
Su padre, un marino estadounidense, le impuso una estricta disciplina militar, pero esto no evitó que Wilder se desviara hacia la criminalidad desde joven.
Primeros delitos y tratamiento controversial
A los diecisiete años, Wilder fue detenido por una violación grupal en una playa. Aunque fue liberado con medidas cautelares, recibió tratamiento psiquiátrico de electroshock en la cárcel, lo que, según expertos, aumentó su agresividad sexual.
Su obsesión con el libro El coleccionista, sobre un secuestrador, también influyó en su conducta.
Vida matrimonial y emigración a EEUU
En 1968, Wilder se casó, pero el matrimonio duró solo ocho días; su esposa huyó después de que él violara a una de sus amigas.
Para evitar problemas legales, emigró a Estados Unidos y se estableció en Florida, donde trabajó como contratista y alcanzó éxito financiero, adquiriendo diversas propiedades.
Una ola de asesinatos
El primer asesinato conocido de Wilder fue el de Rosario González, una modelo cubana de 20 años, a quien conoció en el Gran Premio de Miami. Luego, Elizabeth Kenyon, finalista en Miss Florida, desapareció sin dejar rastro.
Wilder se desplazó por estados como Georgia, Texas y California, secuestrando jóvenes en centros comerciales, hoteles y calles. Mató a un total de ocho mujeres y atacó a varias más, usando el pretexto de ser fotógrafo que prometía contratos de modelaje.
Método y Víctimas
Wilder convencía a sus víctimas de acompañarlo a sesiones de fotos, donde luego las golpeaba, violaba y asesinaba. Theresa, de 21 años, fue otra de sus víctimas, a quien mató después de una falsa sesión de fotos.
En una de sus escapadas a Sídney, fue acusado de dos cargos más de violación, pero pagó la fianza y volvió a Estados Unidos.
Secuestro y colaboración forzada
En la recta final de su recorrido, secuestró a Tina Marie Risico, de 16 años, a quien utilizó como señuelo para atraer a otras jóvenes.
Junto a Tina, intentó secuestrar a Dawnette Wilt en Indiana. Después de violarla y apuñalarla, creyó haberla matado, pero Dawnette sobrevivió y describió detalladamente al agresor a la policía.
El desenlace fatal
El 13 de abril de 1984, Wilder intentó secuestrar a Carol Hilbert, quien logró escapar y dar una descripción del vehículo y del sospechoso.
Ese mismo día, en una gasolinera, dos agentes lo reconocieron y trataron de detenerlo. Durante el forcejeo, Wilder disparó su arma, hiriendo a un agente y una bala alcanzó su propio corazón, causándole la muerte.
Vida doble y engaños
Wilder llevó una doble vida como playboy y hombre de negocios exitoso en Florida, ocultando su lado oscuro. Usaba su éxito financiero y atractivo social para viajar y atraer a jóvenes modelos con promesas de fama.
Su capacidad para mantener esta fachada permitió que su rastro de muerte y terror se extendiera sin levantar sospechas inicialmente.
Impacto en la cultura popular
En 1986, la película Easy Prey, dirigida por Sandor Stern, narró la historia de Christopher Wilder, mostrando su habilidad para embaucar a jóvenes modelos con promesas falsas. El elenco incluía actores como Gerald McRaney, Shawnee Smith, Sean McCann, Susan Hogan y Barry Flatman.
Christopher Wilder dejó una estela de terror y misterio, llevándose varios secretos a la tumba, incluyendo el posible asesinato de la actriz Tammy Lynn Leppert, desaparecida en Florida en 1983.
Con información de Infobae