Desde el 17 de julio entró en vigencia la prohibición de la Unión Ciclista Internacional (UCI) a deportistas transgénero de participar en la categoría femenina de ciclismo.
Según un comunicado emitido por la UCI la regla rige para ciclistas que hayan hecho su transición después de la pubertad, por lo que las personas que no cumplan con los criterios, podrán participar en la categoría renombrada como ‘Hombres/Abierto’.
La decisión fue tomada después de tener en cuenta las posturas de expertos en el ámbito científico, jurídico y de los derechos humanos, como también deportistas transgénero y cisgénero.
El comunicado agregó que existe una «variabilidad» en lo que respecta al tratamiento hormonal de reafirmación de género, además de asegurar que según el conocimiento científico no es posible descartar factores «biomecánicos como la forma y disposición de los huesos» que pueden implicar una ventaja para deportistas transexuales.
El Comité de Gestión de la UCI asegura haber tomado la decisión para garantizar la igualdad de oportunidades en la categoría femenina en las competiciones de ciclismo.
Antecedentes
En el mes de junio una ciclista trans, Austin Killips, ganó una competición oficial de la UCI superando a su rival más cercana por una diferencia de 5 minutos. Lo que llevó a una competidora a afirmar que debería existir una «categoría separada» para atletas trans.
De esta manera, la UCI se une a la Federación Internacional de Natación (FINA), que en el 2022 ya prohibió la participación de atletas transgénero en eventos femeninos de natación.