En la previa al Día de San Valentín (o de los enamorados o del amor y la amistad) te contamos que el amor no sólo se expresa metafóricamente con “mariposas en el estómago” sino además tiene su propia ecuación de física cuántica: (∂ M ψ) = 0.
Esta ecuación fue creada por el físico matemático e ingeniero electrónico británico, Paul Adrien Maurice Dirac (1902-1984), y ha sido catalogada como “la ecuación del amor” o “la más bella de la física”, debido a que descifra el fenómeno del entrelazamiento cuántico.
De acuerdo con el estudio Hydrogenic Solutions of Dirac’s Equation, la fórmula del amor: (∂ + m) ψ = 0 define que “si dos sistemas interaccionan entre ellos durante cierto período de tiempo y después se separan, podemos describirlos como dos sistemas distintos, pero de forma sutil se convierten en un sistema único”. Lo que le ocurre a uno sigue afectando al otro, incluso a distancia de kilómetros o años luz”.
Es por eso que muchos románticos con conocimientos en física -o viceversa- afirman que es justo lo que sucede con las relaciones humanas: cuando una pareja vive el amor, la distancia no importa.
Sin embargo, físicamente hablando, esta fórmula recopila dos ideas básicas para la ciencia. Por un lado, tenemos la teoría de la relatividad especial de Albert Einstein (que describe la conducta de objetos que se mueven rápidamente) y la mecánica cuántica (que describe el comportamiento de objetos diminutos).
En honor a la verdad, hay que decir que su creador nunca le dio el lado amoroso a su fórmula.
Fue en 2015 cuando la ecuación de Dirac cobró relevancia en redes sociales, luego que un usuario de Facebook en Nueva Zelanda publicó un meme que relacionó a la ecuación con el amor humano y el entrelazamiento cuántico. La llamó “la ecuación más hermosa en la física” y consiguió darle un giro a una ecuación que no pierde vigencia.