Jeremy Munday, un profesor de ingeniería eléctrica e informática en la Universidad de California, que se dedica a investigar tecnología limpia, asegura que si se usara un material como la pintura creada en la Universidad de Purdue, cubriendo entre el 1 y 2% de la superficie de la Tierra, se frenaría el cambio climática.
Según este científico este método sería tan eficiente que la cantidad de luz reflejada al espacio podría reducir lo suficiente la cantidad de calor absorbido por el planeta, lo cual permitiría estabilizar las temperaturas globales.
A su juicio la cantidad de luz que se regresaría al espacio no dañaría significativamente el cosmos, pues sería el equivalente a «vaciar una taza de agua normal en el océano«.
Este razonamiento, insólito para muchos, se basa en la investigación realizada en 2021 por un grupo de investigadores de la Universidad de Purdue, que reveló la pintura más blanca de la Tierra, que obtuvo récord Guinness, misma que buscaba postularse como una alternativa para los aires acondicionados, además de ayudar a combatir el calentamiento global.
Reducción del calor
Según el experto, si se cubriera la Tierra entre el 1 y 2%, una extensión de aproximadamente la mitad del tamaño del Sahara o el equivalente a entre cinco y 10 millones de kilómetros cuadrados, el planeta ya no absorbería más calor del que emite, refiere el medio Xataka.
Munday aclara que cubrir grandes extensiones del Sahara o de cualquier superficie contigua no debería suceder, debido a razones de practicidad, preocupaciones por la vida silvestre y posibles alteraciones climáticas causadas por una repentina disminución de temperatura en una región.
Sin embargo, expandir los puntos de enfriamiento a lo largo de todo el mundo podría tener beneficios locales y globales, como compensar el efecto de isla de calor urbano que ocurre cuando la mayoría de los edificios absorben y retienen más calor que las superficies naturales, bosques, agua y plantas.
Aunque parece un proceso facil no lo es, aún quedan varias preocupaciones sobre la mesa. Por ejemplo, para fabricar la pintura, se debe usar sulfato de bario, que al extraerse, aumenta su huella de carbono, aunque según el creador de la pintura, el doctor Ruan, también lo hace el dióxido de titanio que se usa en la gran mayoría de pinturas comerciales.
De manera que otros expertos aseguran que aunque se detuviera esta práctica de inmediato, seguirían ocurriendo desastres climáticos debido a la cantidad de gases de efecto invernadero que ya están atrapados en la atmósfera.