Jacques Pironon y Phillipe De Donato, ambos directores de investigación del Centro Nacional de Investigaciones Científicas de Francia, evaluaban la cantidad de metano en el subsuelo de la cuenca minera de Lorena y se encontraron con una reserva de hidrógeno que podría contener entre 6 y 250 millones de toneladas métricas del llamado «santo grial climático».
En una entrevista con CNN, los científicos explicaron que el hidrógeno blanco –también conocido como hidrógeno “natural”, “dorado” o “geológico”– se produce o está presente de forma natural en la corteza terrestre. El hidrógeno solo produce agua cuando se quema, lo que lo hace muy atractivo como fuente potencial de energía limpia para industrias como la aviación, el transporte marítimo y la fabricación de acero que necesitan tanta energía que es casi imposible satisfacerla a través de energías renovables como la solar y la eólica.
«Pero si bien el hidrógeno es el elemento más abundante en el universo, generalmente existe combinado con otras moléculas. Actualmente, el hidrógeno comercial se produce mediante un proceso que consume mucha energía y que se alimenta casi en su totalidad con combustibles fósiles», dijo.
Pironon agregó que el descubrimiento es quizás es uno de los mayores depósitos de “hidrógeno blanco” jamás descubierto.
El hidrógeno blanco es «muy prometedor», coincidió Isabelle Moretti, investigadora científica de la Universidad de Pau y de los Países del Adour y de la Universidad de la Sorbona y experta en hidrógeno blanco. «Ahora la pregunta ya no es sobre el recurso… sino sobre dónde encontrar grandes reservas económicas», dijo a CNN.
Se han encontrado depósitos de hidrógeno blanco en todo el mundo, incluidos Estados Unidos, Europa del Este, Rusia, Australia, Omán, así como Francia y Malí.
Según cálculos basados en el pozo de Mali, producir hidrógeno blanco podría costar alrededor de 1 dólar por kilogramo, en comparación con alrededor de 6 dólares por kilogramo del hidrógeno verde. Pero el hidrógeno blanco podría volverse rápidamente más caro si los grandes depósitos requieren perforaciones más profundas.