A través de un amplio estudio, un grupo de científicos rusos ha logrado demostrar la eficacia de un tratamiento para la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), enfermedad padecida por el físico británico, Stephen Hawking.
La ciencia apunta a que, a través de un derivado biodisponible de la vitamina B1, la enfermedad podría curarse; los experimentos previos al descubrimiento se realizaron con ratones transgénicos de la Universidad Estatal de Bélgorod, Rusia, y confirmaron que el tratamiento reduce los niveles de moléculas de señalización inflamatoria en la médula espinal.
En una primera fase, los ratones manifestaron los síntomas de la enfermedad del mismo modo que los humanos, demostrando que sin el tratamiento, mueren de parálisis a los cuatro meses, sin embargo, con el derivado biodisponible mostraron mayor movilidad, menor pérdida de peso y menos daño cerebral.
Cabe destacar, que el principal síntoma de la esclerosis lateral amiotrófica es la debilidad de los músculos y afecta las funciones físicas, puesto que las células nerviosas se degradan, lo que reduce la funcionalidad en los músculos con los que se conectan. Se desconoce la causa.
Científicos aseguran que uno en 10 casos de ELA se debe a un defecto genético, suele afectar a la región lumbar, hombros, cuello y piernas. Se supone que se produce por el estrés progresivo de los huesos y articulaciones afectados por la atrofia muscular que envuelve su estructura.
Según reseña el portal Spunik.com, los científicos también descubrieron que cuando se utilizaba el derivado biodisponible de la vitamina B1 , el organismo respondió a nivel molecular, es decir, que se evidenció la reducción de los niveles de moléculas de señalización inflamatoria (glucógeno sintasa quinasa-3β (GSK-3β) e interleucina IL-1β).
Asimismo, a través de un estudio de resonancia magnética nuclear se mostró un metaboloma específico en los ratones transgénicos, lo que, según los investigadores, permite seguir la dinámica de la enfermedad.
Todo el proceso de investigación estuvo, dirigido y orientado por la profesora Tatiana Strekálova, de la Universidad Séchenov y contó con la participación de la Universidad Estatal de Bélgorod en colaboración con la Universidad de Oxford, la Primera Universidad Estatal de Medicina de Moscú Séchenov y el Instituto de Patología General y Fisiopatología, la Universidad de Lieja, el Instituto de Compuestos Fisiológicamente Activos de la Academia Rusa de Ciencias y la Universidad de Maastricht.
El modelo creado por los científicos permitirá investigar fármacos prometedores, lo que significa un gran avance en la ciencia molecular.
Stephen Hawking fue diagnosticado de ELA a los 21 años y avisado de que la esperanza de vida media de las personas con esta enfermedad es de entre cuatro y cinco años. Sus médicos le dijeron que difícilmente superaría los 25 años y que había pocas probabilidades de que llegase con vida a los 27.
Hawking no sólo llegó a esa edad. Falleció tras cumplir 76 años y habiendo dejado atrás varias crisis de salud que estuvieron a punto de costarle la vida en distintas ocasiones.
Stephen Hawking trabajó en las leyes básicas que gobiernan el universo y junto con Roger Penrose y logró demostrar que la teoría general de la relatividad de Einstein implica que el espacio y el tiempo tienen un principio en el big bang y un final dentro de los agujeros negros, que a su vez tienen una temperatura y producen una radiación, conocida como la radiación de Hawking. Un hallazgo que reforzó su trabajo de contribución para una mejor comprensión del Universo.
Este descubrimiento médico, se convierte ahora en la esperanza a un tiempo más largo de vida para quienes viven con ELA, y de menos dolor que la que sufrió el físico británico.