Un grupo de investigadores británicos publicó un estudio en la revista Current Biology que sostiene que las flatulencias de los dinosaurios saurópodos podrían haber producido suficiente metano como para contribuir sustancialmente en el aumento de temperatura de la Tierra.
Esto ayudaría a explicar el calentamiento global superior en unos 10ºC al actual que se produjo hace unos 200 millones de años.
«Los pedos de dinosaurio expulsaban anualmente la nada despreciable cantidad de 520 millones de toneladas de este gas de efecto invernadero», sentencia el estudio.
Para calcular estas cantidades, los investigadores recurrieron a Euan Nisbert, experto en metano de la Universidad de Londres, que comparó los dinosaurios herbívoros del mesozoico, como el brontosaurio o el diplodocus, que medían 45 metros y pesaban más de 45 toneladas, con los herbívoros actuales, como las vacas y otro tipo de ganado.
El metano expulsado por estos dinosaurios fue superior a las fuentes de metano actuales juntas, tanto naturales como artificiales.
Actualmente la cantidad de metano se cifra en unos 500 millones de toneladas al año, de los cuales 100 millones corresponden a los gases emitidos por las vacas, las cabras, las ovejas y las jirafas. Antes de la época industrial, se estima que se emitían unos 181 millones de toneladas de metano.
El costo de evitar el metanol por digestión
Si a un niño de 12 años se le ocurriera un chiste sobre el cambio climático, es probable que los eructos de las vacas hicieran parte del chiste. Pero resulta que las emisiones digestivas de los animales de corral, responsables del 38% de los gases de efecto invernadero producidos por las granjas, no tienen nada de gracioso.
«La búsqueda de eructos/pedos de vaca bajos en carbono se está convirtiendo en un gran negocio», publicó Bloomberg.
Las startups que buscan reducir el metano entérico -o metano producido como parte de la digestión de los rumiantes- han recaudado 123 millones de dólares desde 2019. Entre los inversores se encuentran Breakthrough Energy Ventures LLC, Danone Manifesto Ventures, Elemental Excelerator y Prelude Ventures.
Aunque se está investigando una variedad de tecnologías, hoy en día, el método más avanzado para interrumpir el metano digestivo toma la forma de aditivos para piensos, que representan tan solo el 0,5% de la dieta de una vaca por masa.
Startups y empresas agrícolas consolidadas desarrollan todo un bufé bovino de estos aditivos inhibidores del metano. Ya está en el mercado el 3-NOP de DSM (abreviatura de la sustancia química 3-Nitrooxipropanol), cuyo uso se ha aprobado en más de 45 países y puede reducir las emisiones de metano digestivo hasta en un 45%.