Según un estudio publicado por la Agencia Espacial Europea, aproximadamente 40%de las plataformas de hielo de la Antártida ha disminuido de manera significativa en las últimas dos décadas. Los científicos coinciden en que es «alarmante», reseñaron las agencias internacionales.
El estudio -publicado en la revista Science Advances- analizó 162 plataformas de hielo en la Antártida durante el período de 1997 a 2021. Los resultados revelaron que 71 de estas plataformas perdieron volumen durante ese tiempo, y de esas, 68 mostraron una reducción considerada «estadísticamente significativa».
Los científicos que llevaron a cabo la investigación resaltaron que estas disminuciones no pueden atribuirse a fluctuaciones normales de las plataformas de hielo.
“Probablemente no vayamos a resolver esto de manera definitiva en las próximas décadas”, se lamentó Bob Kopp , un experto en el aumento del nivel del mar en la Universidad de Rutgers que fue entrevistado por National Geographic en marzo del 2022.
Kopp junto a otros científicos temen que la Antártida Occidental pueda cruzar un punto de inflexión más allá del cual la pérdida masiva y acelerada de hielo se vuelve inevitable.
«Esperábamos que la mayoría de las plataformas de hielo pasaran por ciclos de contracción rápida pero efímera y que luego volvieran a crecer lentamente. En cambio, vemos que casi la mitad de ellas se están encogiendo sin signos de recuperación», dijo Benjamin Davison, investigador de la Universidad de Leeds y autor principal del estudio.
Durante el período estudiado, 29 plataformas de hielo ganaron masa, y 62 no experimentaron cambios significativos. Sin embargo, 48 de las plataformas de hielo perdieron más del 30 por ciento de su masa en los últimos 25 años.
Uno de los factores clave detrás de este deshielo son las corrientes oceánicas y los vientos del lado occidental de la Antártida, que han estado empujando agua caliente bajo las plataformas de hielo. Estas plataformas flotantes son cruciales para la región, ya que ayudan a proteger y estabilizar los glaciares, frenando su flujo hacia el océano.
La Agencia Espacial Europea, cuyas imágenes de radar por satélite se utilizaron en el estudio, advierte que el derretimiento de estas plataformas de hielo podría liberar grandes cantidades de agua dulce en el océano, lo que podría tener un impacto en la circulación oceánica.