Ciudades de China abrieron sus refugios antiaéreos este viernes para ofrecer a los residentes alivio del calor, ya que las temperaturas inusualmente altas en partes del país comenzaron a cobrar vidas.
El norte de China está experimentando series de días con temperaturas récord, agravadas por la sequía. A principios de esta semana, Beijing reportó más de 9 días seguidos con temperaturas mayores a 35* según el Centro Nacional del Clima, una situación no vista desde 1961.
Por esto, ciudades como Hangzhou en la costa este de China, Wuhan en el centro del país y Shijiazhuang en la provincia de Hebei, vecina de Beijing, anunciaron la semana pasada la apertura de sus refugios antiaéreos para los residentes que buscan escapar del calor.
Las autoridades emitieron alertas sanitarias y, en la capital y en otros lugares, están suspendidos los trabajos al aire libre.
Chongking, una metrópolis del sudoeste conocida por sus veranos tórridos, han utilizado durante años sus túneles antiaéreos como centros públicos de refrigeración. Este 2023 nuevamente tuvieron que hacerlo.
En 1937, numerosas ciudades chinas comenzaron a construir refugios antiaéreos durante la invasión japonesa que comenzó ese año. La campaña de construcción se reanudó a fines de la década de 1950, cuando la relación de China con la Unión Soviética se agrió y Beijing temía un ataque nuclear.
Los refugios ahora suelen estar equipados con áreas para sentarse y ofrecen acceso a agua, refrigerios, medicamentos para el golpe de calor y, en algunos casos, servicios como Wi-Fi, televisores y equipos de tenis de mesa.
Con información de AP