El presidente Gustavo Petro, nombró a diversos jóvenes quienes habían sido capturados durante las protestas del 2021, como gestores de paz además de otorgarles la libertad de forma inmediata.
Este anuncio fue dado durante la emisión del programa Empleo Hay, en el que explicó que 100.000 jóvenes serán los nuevos gestores de paz del programa recién creado llamado “Jóvenes en Paz”.
"Queremos actuar con la juventud excluida, por lo menos, en las zonas de más alta violencia de Colombia, regiones excluidas como Urabá, parcialmente, barrios pobres de Cartagena, Montería, Barranquilla, que están llenas hoy de hambre", explicó el presidente en el programa.
El plan está previsto que comience en el 2023 y tiene como propósito, involucrar a la población joven en el proceso de reconciliación nacional.
Petro explicó que con el programa, le dará a todos los colombianos la oportunidad de ser sus propios medios de transformación social y que lo harán mediante un pacto de defensa de la vida y la paz.
El presidente habló sobre su intención de quitarles la juventud a las guerrillas.
"Se habla de procesos de paz con los grupos armados, pero resulta que es que hay que hacerlos con partes de la sociedad colombiana fundamentales”, dijo el mandatario.
Jóvenes en Paz, es un programa vinculado esencialmente con la educación, ya que todos los participantes recibirán 210 dólares pagados en moneda nacional, para que puedan ser utilizados en sus estudios.
Este ingreso es para que los participantes del programa puedan vivir con dignidad y no acusen al Estado de desprotección si son captados por una organización criminal que les ofrece dinero.
"Sólo calcúlenlo: si hablamos de un millón mensual son 12 millones (poco más de 2.500 dólares) al año por cada joven. Más de 250 millones de dólares por los 100.000 jóvenes incluidos anualmente”, valoró Petro cuando lo interrogaron por lo alto del costo del programa.
Si bien para muchos expertos es una buena forma de reinserción, para otros es un error y es por eso que el presidente Petro creó una comisión de ministros que establezca a qué jóvenes se les otorgará la libertad y serán nombrados gestores de paz.
La autoridad gubernamental dejó claro que la libertad de los jóvenes no es ni un indulto ni una amnistía sino que “los voceros quedarán en libertad transitoriamente con el propósito de que cumplan con las tareas de paz o reconciliación que se les encomienden y seguirán vinculados a los procesos penales".