El juicio penal contra Donald Trump, quien se convierte en el primer expresidente de Estados Unidos en enfrentar un proceso judicial, dio inicio este lunes en un tribunal de Nueva York, en medio de la campaña presidencial de 2024.
El juez Juan M. Merchan, de origen colombiano, presidió el inicio del juicio y rechazó nuevamente la solicitud del magnate de 77 años de apartarse del caso.
Para Trump, quien es casi seguro candidato republicano para las elecciones presidenciales de noviembre, el juicio representa una «persecución política» orquestada por los demócratas para obstaculizar su aspiración de regresar a la Casa Blanca.
El caso se centra en el ocultamiento de un pago de 130.000 dólares a la exactriz porno Stormy Daniels para mantener en secreto una supuesta relación extramatrimonial durante su campaña presidencial de 2016. El magnate está acusado de disfrazar este pago como gastos legales de la Organización Trump, lo que podría resultar en una condena de hasta cuatro años de cárcel.
A pesar de estas acusaciones, una eventual condena no impediría que Trump se presente como candidato en las elecciones de noviembre, donde se enfrentaría nuevamente al demócrata Joe Biden, quien lo derrotó en los comicios de 2020.
El juicio, que podría durar entre seis y ocho semanas, comenzó con la selección de los 12 jurados y seis suplentes, quienes deberán decidir por unanimidad si Trump es culpable o no. Los candidatos a jurados están siendo sometidos a un riguroso cuestionario sobre sus inclinaciones políticas y su imparcialidad en un caso que ha generado gran interés público.
Además de este caso, Trump enfrenta otros frentes legales, incluyendo acusaciones de intentar revertir los resultados de las elecciones de 2020 y de manejo indebido de documentos clasificados. Sin embargo, lejos de mermar su popularidad, cada problema judicial parece fortalecer su respaldo entre sus seguidores.
Este juicio, que se desarrolla en un tribunal de Manhattan, en el sur de Nueva York, ha despertado gran atención mediática aunque las cámaras de televisión no están permitidas en los tribunales de Nueva York, por lo que la prensa escrita será la encargada de cubrir el desarrollo del proceso.
