El actor Dwayne Johnson mejor conocido como «The Rock», tras destacarse en la lucha libre profesional, convertirse en diez veces campeón mundial y luego ser la sensación en unos cuantos filmes es una de las celebridades más poderosas de los últimos tiempos. En la actualidad, es considerado la estrella más rentable de Hollywood.
«The Rock» ostenta una fortuna de más de 124 millones de dólares. Y es que el actor no sólo marca la pauta en el cine, también lo hace a través de las redes sociales dónde nada más en Instagram posee 108 millones de seguidores.
El actor se ha convertido en pionero en una nueva forma de sacar provecho a la fama a través de las plataformas digitales, en las que se muestra a diario como una persona reflexiva que envía mensajes inspiradores, muestra los tráilers de sus películas, recomienda otras e intercambia momentos de su vida con la fanaticada.
Según personas vinculadas con sus acuerdos laborales, el actor exigiría a las casas productoras y a los estudios que inviertan dinero en anuncios en su nuevo canal de marketing de pago donde hace las veces de estrella principal y propondría que se le pague un social media fee de siete dígitos por cada película en la que aparezca.
Por su parte, los empresarios habrían aceptado este acuerdo y medios locales estadounidenses han destacado que el gasto promocional de una película puede superar los 150 millones de dólares sin garantizar un éxito de taquilla. El hecho de que los actores de primera fila recurran a su base de fans augura a los estudios una forma más selectiva de promocionar una nueva película.
«The Rock», asegura que las redes sociales se convirtieron en el elemento más importante del marketing de una película: «He establecido una equidad en las redes sociales con un público de todo el mundo que sabe que lo que les ofrezco tiene valor», detalló.
Johnson está intentando sentar un precedente en Hollywood, siendo el único actor que exige dinero por las redes sociales, además de las ganancias de su contrato.
El primer papel protagonista de Johnson en una película fue en El rey Escorpión en 2002. Por esto, le pagaron 5.5 millones de dólares, un récord mundial para un actor en su primer papel protagónico.
Fue el talento mejor pagado del mundo en el 2016 y ese mismo año la revista Time lo nombró una de las 100 personas más influyentes del mundo.