Un estudio realizado por la Universidad de Oregón titulado “De la cama a la oficina” confirmó que la vida sexual tiene un efecto determinante en las actividades laborales, ya que se relaciona directamente con el humor y el desempeño profesional.
A través de 159 entrevistas realizadas a empleados de diferentes sectores productivos se determinó que la satisfacción sexual mejora notablemente el rendimiento laboral. Un factor destacable en el estudio de la Universidad de Oregón, es que el ánimo de las personas dentro de sus hogares influye en el trabajo y viceversa.
En la investigación realizada por Keith Leavitt, profesor de la Universidad Estatal de Oregón, se estudió por dos semanas a 159 parejas casadas que llenaron dos encuestas al día. Así se descubrió que después de la actividad sexual mejoraba el estado de ánimo de las parejas hasta por 72 horas, al igual que se experimentó un sueño más profundo y un creciente respeto a la vida de pareja.
Esto se debe en gran medida a que durante el sexo se libera dopamina y oxitocina, hormonas que mejoran el estado de ánimo, reducen el estrés y hacen que las personas sientan una mayor conexión con su pareja.
Leavitt, destaca que una vida sexual saludable mejora la calidad de vida de las personas, generando una sensación real de bienestar. En este sentido, las parejas que le dan un valor prioritario a relaciones sexuales pueden enfrentar con mayor actitud y concentración, cualquier escenario durante su jornada laboral.
Este estudió también resalta que el estrés laboral incide de manera negativa en la vida sexual de las personas y dentro de las relaciones de pareja, Leavitt hizo énfasis en la necesidad de aprender a separar lo que pasa en el trabajo de lo que ocurre en el hogar.
“El sexo tiene numerosos beneficios sociales, emocionales y fisiológicos, por lo que es importante dedicarle tiempo a nuestra vida sexual”. Resaltó Leavitt
