Alex Murdaugh -el abogado cuya dinastía familiar fue referente legal en Carolina del Sur durante décadas- fue hallado culpable de asesinar a su esposa y a su hijo de 22 años, y condenado a dos cadenas perpetuas consecutivas, una por cada uno de los asesinatos.
Antes de la sentencia del juez, dijo nuevamente que no mató a su esposa Maggie, ni a su hijo Paul Murdaugh.
«Haz tenido una conducta engañosa en la sala del tribunal, en el estrado y desde el momento de la acusación hasta este punto», dijo el juez Clifton Newman.
El fiscal principal, Creighton Waters, había pedido una condena de dos cadenas perpetuas consecutivas, evitándole a Murdaugh la pena de muerte.
No hay que perder de vista que Murdaugh era un ciudadano modelo y rico, que pertenecía al circuito legal. El juez de la causa reconoció que fue un caso complicado para el estado, el equipo de defensa y la comunidad.
Hay que recordar que ayer jueves, después de más de un mes de escuchar a decenas de testigos, el jurado tardó menos de tres horas en condenarlo por los dos cargos del asesinato ocurrido en junio de 2021, además del delito de posesión de arma.
El 07 de junio de 2021 la esposa de Murdaugh, Maggie, y su hijo menor, Paul, fueron encontrados muertos a tiros en la propiedad de la familia en Islandton.
Murdaugh aseguró durante todo el caso, que encontró los cuerpos después de regresar de una breve visita a su madre enferma esa noche. Sin embargo, los fiscales argumentaron que el motivo de Murdaugh era distraer y retrasar las investigaciones sobre sus crecientes problemas financieros.
Se enfocaron en el robo de millones de dólares de sus antiguos clientes y bufete de abogados y sus mentiras para cubrir sus huellas: situaciones que el abogado acusado admitió en la corte.
El caso atrajo la atención nacional, incluidos Netflix y HBO, plataformas que presentaron documentales sobre Murdaugh, el ex abogado de lesiones personales cuyo padre, abuelo y bisabuelo se desempeñaron como fiscales en una parte del sur de Carolina del Sur, desde 1920 hasta 2006. Él por su parte era socio de un poderoso bufete de abogados que lleva su nombre.
Los asesinatos fueron seguidos por acusaciones de malversación de fondos, un presunto complot de suicidio a sueldo y estafa de seguros. Además de exponerse a luz pública, que estuvo una temporada en rehabilitación por adicción a las drogas.
