Si existe un deporte en el que la estatura sea un factor determinante, es el baloncesto. La altura promedio de un jugadores de la NBA es de 2,01 metros, no en vano le llaman el “deporte de los gigantes”.
El aro de básquet en el que los jugadores deben encestar el balón está a 3,05 metros de altura sin embargo jugadores como Muggsy Bogues (1,60 m), Earl Boykins (1,65 m) Mel Hirsch (1,68 m) pese a su estatura, también pudieron destacar, pero esa será otra historia.
Actualmente la demanda por jugadores altos ha bajado por la falta de movilidad y las dificultades para defender lejos del arco, de hecho, el senegalés Tacko Fall (2,29 m), se quedó sin equipo en el mejor básquet del mundo y tuvo que bajar a la G-League, una liga de desarrollo.
¿Quiénes son los jugadores de básquet más altos de la historia?
Jorge González – 2,29 metros
Fue un jugador de baloncesto profesional que fue elegido en el draft de la NBA de 1988 por los Hawks de Atlanta en la cuarta posición de la tercera ronda, y pese a haber entrenado con el equipo, nunca logró debutar. González después se destacó como un luchador profesional en el World Championship Wrestling desde 1989 hasta 1993.
Tacko Fall – 2,29 metros
El senegalés llegó a los Estados Unidos durante su adolescencia, se adaptó rápidamente al idioma y en lo académico. Tuvo 95 sobre 100 de percentil en el examen de admisión y se graduó de ingeniero informático. Fue contratado por los Celtics de Boston, jugó 26 partidos en dos temporadas y luego se marchó a Cleveland donde jugó otros 11.
Shawn Bradley – 2,29 metros
Con más de 850 partidos en la NBA entre fase regular y Playoffs, Shawn Bradley fue otra torre más de la década del 90. Fue el pick número 2 del Draft 1993, elegido por Philadelphia 76ers, y también pasó por New Jersey Nets y Dallas Mavericks hasta su retiro en el 2005.
Yao Ming – 2,29 metros
El jugador más famoso y el de mejor nivel de este top 15 es, sin dudas, Yao Ming. El mejor jugador de la historia de Asia fue elegido como la primera opción en el Draft de 2002 y desde su llegada a la liga se destacó: jugó ocho temporadas y en cinco de ellas fue All-NBA, su camiseta número 11 fue retirada por Houston Rockets y hoy es parte del Salón de la Fama.
Manute Bol – 2, 31 metros
Tuvo su paso más emblemático en Washington Bullets, la “torre” como le llamaban, es oriundo de Turalei, Sudán del Sur. Se estrenó en la NBA en 1985 y se despidió de ella a fines de 1994 en Golden State Warriors.
Gheorghe Mureșan – 2,31 metros
Oriundo de Tritenii de Jos, Rumania, Gheorghe Muresan fue uno de los jugadores más carismáticos de la NBA en la década del 90. Debutó en la liga en 1993 y se marchó en el 2000, con 29 años pero con un físico ya muy deteriorado.
Kenny George – 2,31 metros
El jugador oriundo de Chicago, Illinois, tuvo que superar varias lesiones que le imposibilitaron establecerse en un equipo, hizo su debut el 22 de noviembre de 2006 contra Virginia, dejó cinco tapones en 15 minutos. Jugó un gran número de partidos en la temporada 2006-07, promediando 5.5 puntos, 3.5 rebotes y dos tapones en sólo 10,5 minutos por partido. En su última temporada, 2008, dobló esos números con 12,4 puntos, siete rebotes y 3,3 tapones en casi 20 minutos por partido.
Bob Wegner – 2,32 metros
El jugador estadounidense se convirtió en un verdadero fenómeno en 2014, siendo el jugador activo más alto del mundo. Tuvo un paso por los Lake Michigan Admirals, siempre soñó con ser un Boston Celtics pero en realidad estaba muy lejos de cumplir su anhelo.
Paul Sturgess – 2,33 metros
Este jugador inglés tiene el reconocimiento de estar en el libro de Récord Guinness por ser el jugador universitario más alto en Estados Unidos, rechazó jugar para varios equipos europeos porque su sueño era jugar en la NBA, pero no lo logró. Participó en 2013 en la liga de desarrollo sin una actuación destacada.
Neil Fingleton – 2,33 metros
Como la mayoría de los jugadores de básquet nacidos en Inglaterra, se mudó en su adolescencia a los Estados Unidos y logró formar parte del equipo Naps en Massachusetts. Luego pasó a la prestigiosa universidad de North Carolina gracias a una beca, pero no pudo jugar un partido. Los reportes de los scouts indicaron que su nivel era deficiente y se regresó a Inglaterra para jugar en la liga local.
Yasutaka Okayama 2,34 metros
Este jugador nipón pudo llegar a la NBA en la décima posición de la octava ronda en el draft de 1981, para usar la camiseta de los Warriors, actuales campeones de la NBA. Hasta 2019 fue el primer japonés en llegar al mejor baloncesto del mundo, con la llegada de su compatriota Rui Hachimura. Sin embargo, nunca fue puesto en acción por el entrenador y regresó a su país para formar parte de la selección nacional y jugar en la liga local.
Ri Myung Hun – 2,35 metros
Este jugador nacido en Corea del Norte, un país adicto al baloncesto, fue descubierto en Pyongyang por un scout de la Mavs que logró sacar al jugador pese al quiebre de las relaciones con Estados Unidos. Sin embargo, las trabas por las sanciones al país natal del jugador le impidieron establecerse en EE.UU., al prohibirle enviar dinero a Corea y en vista de esto, el presidente Kim Jong Il le negó el permiso.
Sun Ming Ming – 2,36 metros
Ming nació en China y empezó a jugar básquet a temprana edad, a los 18 años viajó a los Estados Unidos y no pasó desapercibido, no sólo por su altura, sino por su calidad. Al punto que los Ángeles Lakers lo declararon elegible para el draft, pero su rendimiento no satisfizo a la organización. Regresó a China y culminó jugando en la primera división del NBL.
Alexander Sizonenko – 2,39 metros
Es el único jugador soviético de la lista, nació en Ucrania, y como todos los jugadores gigantes, sufrió acromegalia, lo que complicó su salud a lo largo de su carrera. Jugó como profesional en San Petersburgo en 1976 y formó parte de la selección nacional de la Unión Soviética. Se retiró a los 27 años por sus graves problemas de movilidad.
Suleiman Ali Nashnush – 2,45 metros
Este libio es el jugador de baloncesto más alto del mundo, tuvo un paso por el deporte sin mucha gloria, aunque logró jugar con la selección nacional de su país. Pasó a la historia no por ser un gran jugador, sino por ser uno de los 20 seres humanos que han superado los 2,44 metros.
Si bien es cierto que la estatura es importante, la historia de la NBA ha demostrado que los centímetros de más no te garantizan la estabilidad en la liga, esta virtud debe ir acompañada de la destreza propia del deporte del tabloncillo para garantizar establecerse en ese nivel.
