Una nueva tendencia que va tomando auge en EEUU invita a que las parejas duerman en camas separadas para conciliar el sueño y disfrutar un buen descanso.
«Sleep Divorce» o «divorcio de sueño» es el nombre del popular método que promete sacar a uno de los dos de la cama. Según los promotores de esta iniciativa, esto no significa que se haya acabado el amor, sino que se centra en reconocer las neesidades del descanso en la pareja.
En algunos casos una de las partes desprende una enorme cantidad de calor corporal, se enrolla en las cobijas, o patalea por la noche, que desarma la quietud del sueño.
Cada vez son más las parejas que se plantean el «divorcio del sueño» para maximizar la calidad del sueño, según indicó la especialista en sueño Wendy Troxel, autoria de «Guía para dormir mejor en pareja».
«La falta de sueño puede afectar aspectos claves del funcionamiento de una relación, como tu estado de ánimo, tu nivel de frustración, tu tolerancia, tu empatía y tu capacidad para comunicarte con tu pareja y con otras personas importantes en tu vida», aseguró la especialista.
Según una investigación realizada por Troxel y su equipo, una persona que ha descansado bien es «un mejor comunicador, más feliz, más empático, más atractivo y divertido».
Además, dormir separados puede ayudar a las parejas a ser más felices, menos resentidas y más capaces de disfrutar de su tiempo juntos en la cama, aseguró la especialista.
Por otra parte, estar privado de siete a ocho horas completas de sueño cada noche se ha relacionado con un mayor riesgo de diabetes, accidente cerebrovascular, enfermedades cardiovasculares y demencia, según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos.
Incluso hay celebridades como Cameron Díaz que practican y promueven el «divorcio de sueño». En el podcast «Lipstick on the Rim» presentado por Molly Sims y Emese Gormley, la actriz señaló que deberíamos normalizar dormir separados.
«Para mí, literalmente, yo tengo mi casa, tú tienes la tuya. Tenemos la casa familiar en medio. Yo me voy a dormir a mi habitación. Tú vete a dormir a tu habitación. Yo estoy bien», dijo. «Y tenemos el dormitorio en medio en el que podemos reunirnos para nuestras relaciones».
Un «divorcio de sueño» tampoco tiene que significar camas separadas todas las noches. Podría ser solo la semana laboral, con los fines de semana en la misma cama, afirmó Troxel.
