El síndrome de Burnout es un tipo de estrés laboral que genera un agotamiento físico y mental progresivo de quien lo padece. Este surge de la relación con otras personas en un dificultoso clima laboral.
Desde el año 2000, la Organización Mundial de la Salud, califica esta dolencia como un riesgo laboral que provoca falta de motivación por el trabajo que se realiza, además de otras patologías psicológicas y físicas.
El psiquiatra estadounidense Herbert Freudenberger identificó este síndrome en 1974 tras analizar a un grupo de voluntarios en una clínica de desintoxicación de Nueva York.
Estudios realizados destacan que este síndrome se da en mayor medida, en personas extremadamente competitivas, impacientes, exigentes y perfeccionistas, o en profesionales que estén en relación constante con el trato público. Sin embargo, puede darse en cualquier profesión o en cambios significativos como la muerte de un ser querido, matrimonios o divorcio, entre otros.
Este síndrome aparece de manera progresiva en la persona, hasta ocasionar un estado de incapacidad para continuar con el trabajo habitual. Esto va acompañado de un elevado consumo de medicamentos para conciliar el sueño o algún tipo de drogas, así como comportamientos esporádicos de violencia.
¿Síntomas del síndrome de Burnout?
La persona que padece el síndrome de Burnout suele manifestar algunos de los siguientes síntomas:
- Falta de energía y sensación de cansancio desde el inicio de la jornada laboral.
- Sentimientos de frustración y fracaso al no conseguir los resultados deseados.
- Estado de ánimo irritable, impaciente, negativo, irónico y distante.
- Incapacidad para concentrarse en el trabajo y para relajarse o desconectar al finalizar la jornada laboral.
- Sensación de desbordamiento ante las demandas emocionales de los demás.
- Frecuentes dolores físicos, además de fatiga visual, dolores de cabeza y musculares, mareos, dificultades con el sueño, pérdida de peso, entre otros.
Expertos del área recomiendan que para superar este síndrome hay que establecer cambios en las expectativas personales, sociales, laborales, que sean más acorde a la realidad. Esto incluye evaluar las situaciones que generen ansiedad, estrés o depresión.
La toma de decisiones y aplicar medidas adecuadas para reorganizar las condiciones laborales es un factor clave que ayudará en gran medida superar este síndrome, en este sentido se recomienda.
- Redistribución de tareas y responsabilidades.
- Establecer un punto de equilibrio en la familia, amigos, trabajo, etc.
- Fomentar una buena atmósfera laboral, limitando las tareas asignadas en las horas para tal fin.
- Realizar algún tipo de actividad física y al aire libre, mantener una alimentación saludable y sobre todo tener un sueño reparador.
A pesar de estas recomendaciones siempre podrás contar con el acompañamiento psicológico y terapéutico profesional, orientado a la psicoeducación en la toma de decisiones, prioridades y expectativas en tu vida.
