El heredero y vicepresidente del grupo Samsung, Lee Jae-yong, recibió un indulto presidencial como parte de la larga tradición de “indulgencia” surcoreana para las personalidades destacadas condenadas por corrupción y otros delitos financieros.
El magnate de la tecnología había sido condenado en 2017 por sobornar a la expresidenta Park Geun-hye y a un ayudante cercano para obtener el apoyo del gobierno en una fusión entre dos filiales de Samsung que reforzó el control de Lee sobre el imperio corporativo.
Park y el confidente también fueron condenados en el escándalo, que enfureció a los surcoreanos, quienes protagonizaron multitudinarias protestas durante meses exigiendo el fin de los turbios vínculos entre los negocios y la política que desembocaron en la destitución de Park de su cargo.
Sin embargo, Lee fue puesto en libertad condicional en agosto de 2021 y aunque su condena terminó oficialmente el 29 de julio pasado, aún necesitaba un indulto para que se le restituyeran todos sus derechos, como por ejemplo, ejercer su actividad profesional sin ninguna restricción.
Este viernes, el presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, -quien como fiscal investigó el escándalo de corrupción que involucra a Lee- ordenó la primera batería de indultos desde que llegó al poder: 1.693 personas serán excarceladas, según el comunicado oficial.
Aunque la medida es característica cada año para celebrar el aniversario de la victoria sobre Japón en 1945 la prensa local destaca que el objetivo de los indultos presidenciales de este tipo, buscan en realidad impactar positivamente en la economía de Corea del Sur.
Si bien algunos grupos cívicos criticaron la decisión, las encuestas de opinión recientes han indicado que los surcoreanos -años después de las protestas en 2016 y 2017- estaban en gran medida a favor de otorgar un indulto a Lee.