La Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya se declaró competente en gran parte de una demanda presentada por Ucrania en el periodo inmediatamente posterior a la agresión rusa en febrero de 2022.
De esa forma, el tribunal rechazó en gran medida una objeción de Moscú de que no tenía jurisdicción para pronunciarse sobre el asunto. A pesar de ello, el tribunal se declaró incompetente para pronunciarse sobre la acusación ucraniana de que Rusia había violado la Convención de la ONU contra el Genocidio.
Hay que recordar que el presidente ruso, Vladimir Putin, justificó inicialmente la invasión de Ucrania el 24 de febrero de 2022 alegando, entre otras cosas, que la población de etnia rusa del este de Ucrania estaba siendo objeto de «acoso y genocidio por parte del régimen de Kiev». Apenas dos días después, Ucrania presentó una demanda ante la CIJ en la que «negaba rotundamente» las acusaciones y acusaba a Moscú de violar la Convención de la ONU contra el Genocidio.
En una sentencia preliminar de marzo de 2022, la CIJ instó a Rusia a detener inmediatamente la invasión, pero Moscú se opuso alegando las competencias del tribunal.
Hay que recordar que la CIJ de La Haya es el órgano judicial central de las Naciones Unidas y resuelve litigios entre países. Sin embargo, el tribunal no dispone de instrumentos reales para imponer el cumplimiento de sus sentencias. En el caso de Ucrania, la ejecución de la sentencia también se ve dificultada por la guerra en curso.