El champán es sinónimo de celebración, alegría, fiesta, lujo y distinción; la corte francesa lo puso de moda y fue entonces que se convirtió en la bebida favorita de la nobleza y burguesía europea. Poco después se convirtió en la predilecta de muchos en todo el mundo.
En navidad existe la tradición de brindar en noche buena con champán para atraer la buena suerte, la abundancia y la riqueza; este vino dorado es considerado la estrella de las épocas decembrinas, y es protagonista en cenas, encuentros familiares y celebraciones glamurosas.
Detrás del vino espumoso se esconden muchos datos interesantes; uno de ellos es que el champán combina caldos de diferentes cosechas sin que varíe su calidad, y las uvas utilizadas para su creación deben ser únicamente Chardonnay y Pinot Noir.
La bebida sólo puede ser elaborada en la región de Champagne, al noreste de Francia. Existen bodegas que producen este vino con el mismo método, pero no pueden etiquetarlo como "champagne" por no estar en la región que cumple con la denominación de origen. Los viñedos de la región son Patrimonio de la Humanidad desde el año 2015.
Una botella de este licor puede contener aproximadamente 49 millones de burbujas, las cuales se crean por la acumulación del dióxido de carbono en el proceso de fermentación, lo que hace de la experiencia de beber champán una verdadera exquisitez.
Asimismo, se debe tener en cuenta la temperatura a la hora de servirlo, puesto que se altera si se sirve muy frío. La temperatura idónea es entre 6°C a 8°C.
Hay quienes aseguran que se debe tener mucho cuidado al abrir una botella, ya que tiene una gran cantidad de presión contenida, incluso comparan está presión con la que podría aguantar un neumático, lo que indica que el corcho puede salir a una velocidad de hasta 65km/h.
Una vez abierto el champán y el corcho se dispare, no hay forma de conservarlo sin perder sus propiedades, por lo que la única opción es beberlo completamente.
Otro dato curioso es el aporte a la belleza. La bebida burbujeante ayuda a lograr una piel perfecta, gracias a sus antioxidantes y ácido tartárico, que ayuda a equilibrar el tono y mejora el aspecto de la piel de quién siempre la bebe.
Expertos en el área gastronómica afirman que el momento ideal para degustar una copa de champán es sin duda alguna antes y durante la comida, pues combina muy bien con la mayoría de los platos, salvo los muy condimentados. Resulta ideal con caviar, ostras y postres navideños.
Los Rituales y el Champán
En navidad son diversos los rituales relacionados con el tema de la prosperidad, y el champán asume un papel importante, ya que se le atribuyen poderes místicos por ser una bebida dorada, costosa y glamurosa.
Brindar con una copa de champán e introducir un anillo de oro en la copa; es el ritual más aplicado por los creyentes, pues aseguran que atrae riquezas y estabilidad financiera para el año nuevo.
Otro ritual contempla el bañarse con champán; se llena una bañera de agua, se añade una botella de este vino espumoso y se toma un baño relajante para atraer la buena suerte.
Para atraer el amor en el año venidero se recomienda amarrar una cinta roja en el pie de la copa en la que se beberá el champán, y cada vez que se sirva un trago mentalizar a la pareja que se quiere atraer.
Por último el derramar el licor sobre la mesa, es presagio de dicha, felicidad y prosperidad.
