Reconocer el trabajo de un servicio con una propina ha sido parte de las reglas no escritas de muchos lugares, sin embargo en algunos países esta generosa práctica es mal vista.
Recientemente en Estados Unidos se inició un debate luego que los empleados del primer Apple Store sindicalizado del país, propusieran pedir propinas por sus servicios.
En España, hubo reportes que restaurantes de Barcelona y Madrid pedían a sus clientes un 5 o 10% extra del costo de lo consumido como propina.
Algunas personas consideran que este ‘gesto de agradecimiento’ se está saliendo de control.
Sin embargo, no en todas partes esa costumbre es practicada como en Estados Unidos, la meca del capitalismo.
Japón, que es un país con una cultura milenaria en el que el orgullo, el respeto y el honor son el epicentro de la sociedad, en el que la basura es inaudita, la imperfección es honrada y la conciencia social se eleva en forma de arte: la propina está mal vista.
Los lugares donde se entrega propina son poco comunes y pueden ser consideradas prácticas incómodas y vergonzosas.
«Incluso si a los viajeros se les dice que en Japón no se da propina, algunas personas todavía están dispuestas a mostrar su agradecimiento con dinero, pero no funciona así», dice James Mundy, del operador turístico InsideJapan Tours con sede en Reino Unido.
En Japón cuando dejan dinero para los mesoneros es común verlos detrás de los clientes para devolvérselo. «Muchos no pueden entender que la gente hace su trabajo con orgullo y un ‘oishikatta’ (estaba delicioso) o un ‘gochiso sama’ (gracias por preparar la comida) es suficiente», agregó Mundy.
En la nación nipona el trabajo se hace con orgullo y el reconocimiento se muestra a través de cumplidos, preferiblemente en japonés.
China es otro de los países en el que está mal visto dar propina, incluso en las ciudades más modernas del gigante asiático ésta es una práctica ajena a las tradiciones orientales.
De hecho, en algún momento las propinas estuvieron prohibidas en China, ya que uno de los principios que corona sus costumbres es que las personas son iguales y nadie puede ser sirviente de otra persona.
Incluso, la insinuación de superioridad sobre otra persona ha sido mucho tiempo un tabú.
Sin embargo, el vertiginoso crecimiento del turismo en China y la asimilación gradual de las costumbres occidentales, está conduciendo a un cambio que pudiera hacer una metamorfosis en alguna de las tradiciones y costumbres, señaló Maggie Tian, gerente general de China para el operador turístico con sede en Australia Intrepid Travel.
Los chinos todavía no tienen el hábito de dejar propinas por los servicios, sin embargo ahora son aceptables, especialmente en las grandes ciudades en los que hay muchos extranjeros.
Dinamarca, conocido como uno de los países más felices del mundo, en que la sociedad se ufana de su generosidad comunitaria y benevolencia, es una nación en la que no se da propinas.
En algunos países las propinas ayudan a ‘redondear’ el sueldo del prestador del servicio, pero Dinamarca es uno de los países con un elevado PIB per cápita que le permite al personal de servicio vivir cómodamente de su salario.
Además, como pasa en muchos lugares, el servicio está contemplado en la factura de los comensales.
Sin embargo, en toda Escandinavia si es costumbre redondear la cuenta, a favor del restaurante, como un gesto simbólico. Además, la mejor propina que puede recibir un local es que el cliente repita su visita como muestra de un servicio de calidad.
