Fuertes explosiones han complicado los trabajos de extinción del incendio desatado el pasado viernes en unos depósitos de combustible en Matanzas, al occidente de Cuba. Las columnas de fuego forman una inmensa cortina de humo que dificulta que los expertos analicen el terreno.
El incendio se encuentra fuera de control, y especialistas alegan que podría seguir activo durante días. Aún se desconoce el alcance de los daños en el tercer y cuarto depósito incendiado.
“Las altas temperaturas han hecho muy difícil el trabajo y se ha ido comprometiendo en una reacción en cadena y ha sido prácticamente imposible lograr la extinción”, señaló Alexander Ávalos Jorge, segundo jefe del Departamento Nacional de Extinción del Cuerpo de Bomberos de Cuba.
Este lunes, llegó al país una aeronave de México con cuatro toneladas de espuma retardante para ayudar con la emergencia. Venezuela también contribuyó con la movilización de especialistas, varias toneladas de espuma y productos químicos empleados en este tipo de incidentes.
Según informaron las autoridades cubanas, unos 60 miembros de las Fuerzas Armadas Mexicanas y 16 técnicos de la petrolera Pemex se encuentran en el lugar junto a 35 bomberos especialistas y técnicos de Petróleos de Venezuela (PDVSA).
Hasta el momento y según indican las cifras oficiales, el incendio ha dejado un saldo de 125 lesionados, un fallecido y 14 personas desaparecidas.
¿Qué sucedió?
El pasado viernes por la noche, un rayo golpeó un tanque de almacenamiento cercano a la Base de Supertanqueros de la ciudad de Matanzas. El viento dificultó los trabajos de extinción y condujo las llamas hasta un segundo depósito que explotó en horas de la mañana del sábado.
Aunque los bomberos hacían lo posible para apagar o reducir el fuego, el domingo tras una segunda explosión, el combustible llegó hasta un tercer tanque que también se incendió inmediatamente.
El historiador de la meteorología en Cuba, Luis Enrique Ramos Guadalupe, aseguró que este es el evento más destructor en toda la historia asociado a un rayo. "No existen referencias en los archivos de un hecho similar que haya generado un siniestro de tal envergadura", indicó.
¿Por qué no se ha logrado controlar?
El gobernador de Matanzas, Mario Sabines Lorenzo, señaló que una de las razones por las que se les ha complicado el trabajo a los bomberos es por el difícil acceso al área dónde se encuentra el incendio, esto debido a la densidad del humo y la falta de oxígeno en el lugar.
El nivel de combustible en los tanques es otro de los factores que parecen complicar el cese del fuego. Los ocho depósitos de la instalación tienen una capacidad de 50.000 metros cúbicos cada uno -15 piscinas olímpicas-, aunque aún se desconoce la cantidad de combustible dentro de los tanques incendiados.
