El jugador brasilero, Dani Alves, ha vuelto a pedir su libertad provisional por la presunta violación de una joven de 23 años en la discoteca Sutton de Barcelona.
La defensa del futbolista argumenta que las imágenes de las cámaras de seguridad del local nocturno excupan al jugador ya que muestra a ambos en un ‘galanteo sexual’.
El pasado lunes Alves reconoció que mantuvo sexo consentido con la denunciante, y que mintió en sus primeras declaraciones, en las que negó el hecho, porque le quería ocultar la infidelidad a su esposa.
En febrero pasado, la Audiencia de Barcelona había rechazado la libertad provisional solicitada por la defensa pero ahora los abogados de Alves muestran las imágenes en las que se ve al acusado y a la joven coqueteando minutos antes de la presunta violación.
El alegato de la defensa especifica que ambos estuvieron bailando y bebiendo juntos; luego ella entró al baño siguiendo al jugador brasileño. Esto lo demuestran los fotogramas desgranados de las imágenes del local elaborada por un perito.
Además remarcó que los dos se conocieron «en la zona VIP de la discoteca Sutton» y constatarón «que entre ambos había interés mutuo y tensión sexual desde el principio».
Según las imágenes, estaría en vilo la solidez del argumento esgrimido por la víctima que declaró pasar por un «microcosmo de pánico y terror» minutos antes de la violación.
La defensa aclaró que el futbolista no tiene los recursos económicos para huir y que tiene suficiente arraigo en Barcelona, incluida una propiedad, por lo que no existiría riesgo de fuga.
De acuerdo a Alves, la joven lo denunció porque estaba ofendida ya que no fue afectuoso tras la relación sexual que mantuvieron en el baño.