Tras fuertes críticas, en Argentina existe un intenso debate sobre la pertinencia de aplicar o no el lenguaje inclusivo.
La discusión cobró vida luego de que Buenos Aires prohibiera a finales de junio el uso del lenguaje inclusivo en los centros educativo, con base en las reglas del idioma, recogidos y defendidos por la Real Academia Española.
El jefe de gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta dijo exactamente que los docentes tienen que “respetar las reglas del idioma español”.
Dicho anuncio ha sido acompañado por una resolución del Ministerio de Educación que prohíbe el uso de la “e”, la “x” y el “@” por parte de docentes, tanto dentro de las aulas, como en las comunicaciones dirigidas a las familias.
Lo que se cuestiona de esta normativa, específicamente es, “la invisibilización que plantean quienes sienten que el masculino genérico excluye a las mujeres”, refiere eldebate.com.
La población asume, según los medios locales, que la norma es una ambición por censurar y prohibir, razón por la que la Unión de Trabajadores de la Educación sostiene que la medida es contraria “la inclusión y el respeto a todas las identidades” de género y advierte de que el personal docente continuará “construyendo una escuela pública e igualitaria para todes”.
Ante la polémica, el Movimiento Socialista de los Trabajadores (MTS) y el Frente de Izquierda de los Trabajadores (FIT Unidad) ha introducido una serie de amparos para que la medida en Buenos Aires sea removida.
El pasado miércoles, 13 de julio, se realizó la primera audiencia pública para remover dicha resolución. En la misma fueron presentados cinco amparos a la Justicia.
Aunque en Argentina rigen actualmente leyes que promueven garantizar derechos y la inclusión, como la Ley 26.638 de Matrimonio Igualitario o la Ley 26.743 de Identidad de Género, en las escuelas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires no se puede usar el lenguaje inclusivo.
.Por su parte el Gobierno porteño, sin la presencia de la ministra de Educación, Soledad Acuña, argumenta que la medida busca fortalecer el lenguaje y la compresión de texto de les estudiantes, que “disminuyó” durante la pandemia.
Mientras se toma una decisión, Buenos Aires argumenta la defensa del lenguaje y la educación de los niños y jóvenes, y le dice adiós a “todes” en las escuelas; una decisión que podría extenderse a otras ciudades y países.
Redacción LMN
