Una tragedia ocurrió este viernes en la ciudad española de Melilla, donde cientos de emigrantes que intentaban cruzar la valla desde Marruecos hacia territorio español fueron aplastados en lo que las autoridades describieron como una estampida; dejando el saldo 23 fallecidos mientras que un número indeterminado sufrieron lesiones.
Organizaciones de derechos humanos elevan la cifra a 37 muertos, en medio de fuertes críticas a la actuación policial marroquí. La mayoría de los fallecidos provenían de una caravana de unas 2.000 personas subsaharianas que llegaron a este enlace para entrar al continente europeo buscando mejorar su calidad de vida.
A través de diversos videos que circulan en las redes sociales se aprecia la actuación de los agentes del país magrebí, que intentaron frenar la estampida con equipos antimotines y han sido fuertemente criticados por diversas organizaciones sociales alrededor del mundo.
En algunos videos se muestran decenas de migrantes heridos, muchos inmóviles y amontonados unos sobre otros, los subsaharianos estuvieron en esas condiciones durante horas, sin recibir atención médica de manera oportuna en el paso fronterizo del Barrio Chino de Nador.
Diez asociaciones marroquíes y españolas, así como el partido Podemos que forma parte del Gobierno español, criticaron duramente las imágenes y pidieron una investigación por parte de Marruecos, en la que se confirmó que el proceso de evacuación de los heridos y fallecidos duró unas doce horas.
En este sentido, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, durante la cumbre del G7 en Elmau, Alemania, ofreció sus condolencias a las víctimas. "Apoyamos totalmente los esfuerzos de España y otros países en primera línea para proteger las fronteras de la Unión Europea. Sabemos que la migración es un reto difícil para todos. Expreso mi apoyo a las autoridades españolas. Entiendo muy bien que en el ámbito de la migración a veces afrontamos situaciones extraordinarias", indicó.
Apoyo de la OTAN
Durante el próximo encuentro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte a celebrarse en Madrid; España presionará para que la alianza preste más atención a las amenazas a la seguridad en su flanco sur.
Sin embargo, con la guerra en Ucrania entrando en su quinto mes, la prioridad para los socios españoles de la OTAN sigue siendo la disuasión de Rusia en el este.
Durante el encuentro en la capital española, los miembros de la OTAN discutirán y aprobarán su nuevo Concepto Estratégico, que describe sus prioridades y desafíos en materia de seguridad, y que no ha sido revisado desde 2010.
Al gobierno de Pedro Sánchez le preocupan los posibles movimientos islamistas en la región del Sahel, un vasto territorio que se extiende por el sur del desierto del Sahara y que puede extenderse por Europa si no se toman las medidas necesarias.
