A medida que las empresas se adaptan a las formas de trabajo postpandémicas, muchas han actualizado sus paquetes de prestaciones para responder a la demanda de los trabajadores.
Aunque los empleados siguen pidiendo tiempo remunerado y planes de jubilación, también solicitan prestaciones integrales con recursos de salud mental.
Aunque algunas compañías han introducido el acceso a herramientas digitales, como aplicaciones de meditación o portales de terapia en línea, y actualmente grandes empresas como Comcast, Delta Airlines y Shaw Insdustries Group, ofrecen terapia en sus oficinas sin costo adicional.
Actualmente 122 millones de estadounidenses viven en zonas con escasez de profesionales de la salud mental, según la administración de Recursos y Servicios de EEUU. Esto significa que hay un déficit de 6.000 especialistas para cubrir la carencia de especialistas.
Según la Asociación Estadounidense de Psicología (APA), el 60% de los psicólogos de EEUU declaró no tener plazas libres para nuevos pacientes tras la pandemia en 2022, y el 38% afirmó tener una lista de espera.
Estos factores aunados a los costos elevados de los servicios de salud en muchos países, pueden impedir que las personas reciban los servicios que necesitan.
«La terapia es una solución buena para muchas personas, pero es muy cara, muy incómoda y muy difícil encontrar un terapeuta que cubra el seguro», afirmó Jen Porter, Directora General interina de Mindshare Partners.
Además, la falta de apoyo en materia de salud mental puede afectar a la vida personal de los empleados, e influir en el desempeño de sus funciones, lo que generaría una pérdida de productividad y un aumento del ausentismo laboral.
Antes no era pensado hablar de temas vinculados a la salud mental en el trabajo, y mucho menos asistir a una sesión de terapia de una hora en la oficina, aunque progresivamente está desapareciendo el estigma entorno a la salud.
Ahora los trabajadores se sienten más cómodos que en el pasado solicitando atención sanitaria mental y hablando de sus estados mentales, sobre todo los más jóvenes, afirmó Mary Beth Ryan, asesora a clientes sobre servicios de salud conductual.
«Hemos visto que las compañías responden pensando en cómo ofrecer un consejero ‘in situ’ como forma de reducir ciertas barreras a la atención, ya sean barreras relacionadas con la ubicación, la disponibilidad en un lugar geográfico determinado o las finanzas», aseguró la asesora.
En EEUU, el proveedor de atención sanitariaPremise Health, que ofrece terapeutas in situ en empresas anfitrionas, cuenta con 94 terapeutas clínicos que trabajan en oficinas cercanas.
Las visitas de sus terapeutas se han multiplicado casi por seis desde 2020. En 2023, la empresa realizó 35.000 visitas para 65 clientes.
La aerolínea Delta añadió a sus primeros terapeutas in situ en 2019. Empezó con nueve y ahora cuenta con 20 terapeutas repartidos en 15 centros en Estados Unidos.
Los terapeutas in situ no son empleados directos de las empresas a las que atienden, sino que trabajan para proveedores sanitarios o programas de asistencia al empleado, por lo que deben cumplir las mismas leyes de privacidad y códigos éticos que cualquier terapeuta.