El pasado miércoles la ex mánager de Ricky Martin, Rebecca Drucker, demandó al cantante boricua por 3 millones de dólares por comisiones no pagadas.
La demanda se introdujo en un tribunal de Los Ángeles, EEUU, por parte de quien fuera colaboradora cercana del puertorriqueño, entre 2014-2018 y 2020-2022, y que había dejado de trabajar para el artista debido al “ambiente tóxico” que lo rodeaba.
En un comunicado presentado por los abogados de Rebecca Drucker, alegan que la exmanager protegió a Martin de las consecuencias de sus “imprudentes indiscreciones”, y que lo hizo no solo por su vínculo laboral, sino porque pensó que su jefe era también “un querido amigo”.
En el año 2020, el cantante boricua recibió una amenaza de demanda, que hubiera acabado con la carrera del artista si no fuera por la intervención de Drucker y la contratación de prestigiosos abogados que pudieron mitigar el conflicto. Reza en el documento.
Drucker también señaló en el comunicado que, aunque después que regresó a trabajar con el artista en 2020 despegó su carrera; igualmente señala que tuvo que enfrentar dificultades con problemas personales de Ricky, como las relaciones con la niñera que cuidaba de sus hijos, el abuso de sustancias y la evasión de impuestos.
Finalmente, la exmanager hizo fuertes señalamientos, acusando al intérprete de “Livin' la vida loca” de haberla “amenazado” para que no hiciera público el caso y a su vez, para que se mantuviera en silencio bajo un acuerdo de confidencialidad.