Aunque la percepción visual nos diga lo contrario, los ojos azules no son un don especial de la naturaleza, sino el resultado de la omisión de algunos pigmentos.
Lo cierto es que esta coloración que le brinda un toque estético a las facciones del rostro las tiene un 8% de la población mundial.
En detalle, el iris está formado por dos capas, el epitelio en la parte posterior y el estroma en la parte delantera. El epitelio tiene dos células de espesor y en la mayoría de los casos, incluso en los ojos azules, contiene pigmentos de color marrón oscuro.
Estos ribetes oscuros que algunas personas tienen en sus ojos son el epitelio asomándose, y sobre este fondo está el estroma, que son unas delicadas fibras de colágeno incoloras. ¿Vamos bien?.
En algunos casos el estroma contiene melanina, que es la sustancia del cuerpo que también produce la pigmentación de nuestra piel y nuestro cabello, y ¡aquí está la clave! la falta o la abundancia de melanina es un factor determinante para definir el color de los ojos.
Pero hay otro factor que hace que veamos los ojos de ese color, y corresponde a la misma lógica por la cual vemos el cielo azul. Se trata del efecto Tyndall, que es la dispersión de la luz por partículas diminutas que flotan en una solución líquida.
Cuando la luz blanca visible le llega, el azul se dispersa más que otros colores. Es por eso que el mismo par de ojos azules pueden verse más vibrantes en ciertos momentos que en otros; su color dependerá de la calidad de la luz en el lugar en el que se encuentren.
Algo parecido sucede con los verdes y los grises, que son un caso curioso ya que sólo el 3% de la población mundial puede hacer gala de sus ojos grises.
Por otra parte, es importante destacar que el color de los ojos es una parte distintiva de los rasgos de cada persona, como su huella dactilar, es decir, no hay dos personas en el mundo que tengan los ojos exactamente del mismo color. Más allá que hay tonalidades dominantes.
Por ejemplo, aproximadamente el 80% de las personas en el mundo tienen alguna variación del marrón alrededor de las pupilas. Esto se debe a que el estroma del iris contiene una alta concentración de melanina que absorbe la luz y crea el tono marrón.
De acuerdo a las estadísticas los ojos oscuros tienen mayor presencia en el sudeste asiático, el este de Asia y África, mientras que los ojos claros se ubican en su mayoría en el oeste de Asia, Europa y América.
Como dato curioso, los expertos aseguran que durante millones de años todos los humanos tenían los colores marrones, pero hace entre 6.000 y 10.000 años ocurrió una mutación genética que afectó al gen OCA2, encargado de producir la melanina, de acuerdo a Hans Eiberg, director del estudio en la Universidad de Copenhague.
Esa mutación del gen creó un «interruptor genético» que apagó la capacidad del cuerpo de esa persona en el pasado para producir el pigmento marrón en sus ojos.