El Alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la Unión Europea, Josep Borrell, manifestó que no hay unanimidad con respecto a la prohibición del visado a ciudadanos rusos en el seno de la Unión Europea (UE).
"Dudo que cortar la relación con la población civil rusa ayude y no creo que esta idea tendría la unanimidad necesaria", dijo Borrell al medio ORF TV el domingo pasado.
El Alto representante de la UE está de acuerdo con revisar la política de visados pero consideró que no está de acuerdo con omitir la entrega de visados a ciudadanos rusos.
Países como Estonia, Letonia y Lituania dejaron de otorgar visados a los ciudadanos rusos después del inicio de la operación militar del gobierno del presidente Vladimir Putin en territorio ucraniano.
Estonia y Letonia no sólo comparten frontera con Rusia, sino que fueron parte de la URSS, por lo tanto, hay un estrecho vínculo cultural e histórico que podría implosionar ante el progresivo bloqueo de los países de la UE al gigante euroasiático.
Por otra parte, hay países de la UE que tienen problemas demográficos como Alemania, y necesitan mano de obra calificada, por lo que la inmigración rusa ha sido históricamente favorable para el desarrollo de las empresas locales.
Es por ello que el canciller alemán, Olaf Scholz afirmó que Alemania no apoyará la prohibición de visas de turista para los ciudadanos rusos, “esta no es una guerra contra el pueblo ruso”, acotó.
Por su parte, María Zajárova, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, señaló que la UE no tiene derecho a prohibir la concesión de visados a todo el pueblo ruso, teniendo en cuenta "sus propios compromisos".
La portavoz considera que esa decisión “matará toda idea de democracia”, además que promueve antivalores como la xenofobia y los ultranacionalismos.
La prohibición del visado a ciudadanos rusos por parte de algunos países de la UE estaría condicionada a la desocupación rusa del territorio ucraniano. Esta política es considerada un medio de presión interna para generar presión en el Kremlin y acelerar la salida de las tropas de Ucrania.