Representantes del Ministerio de Salud de Haití informó el jueves que el brote de cólera ha causado 174 fallecimientos, desde el mes de octubre del presente año.
De acuerdo al ente de Salud haitiano, de las 174 muertes, 117 muertes han sido reportadas en varios centros hospitalarios del país, mientras que 57 personas han fallecido en sus domicilios.
La Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, por sus siglas en inglés), resaltó la vulnerabilidad de las mujeres embarazadas a la enfermedad, en especial en el último trimestre de gestación.
Desde que se detectaron los primeros diagnósticos se han contabilizado 9.317 casos sospechosos, 807 casos nuevos confirmados y 8.146 personas hospitalizadas en nueve departamentos geográficos afectados por la enfermedad.
Los más afectados
El grupo de edad más afectado hasta ahora, desde que comenzó el brote es el de niños de uno a cuatro años, reportan 138 casos confirmados. Casi 40% de las personas con sintomatología similar, se da entre menores de 15 años.
Dependiendo de la gravedad de la enfermedad y la deshidratación, entre 675 y 1.125 de los casos confirmados y sospechosos entre mujeres, corren el riesgo de dar a luz prematuramente o de tener bebés muertos.
También, subraya la ONU en Haití, hay que prestar especial atención a las personas con discapacidad, que tienen más dificultades para acceder a los servicios básicos.
En cuanto a los desplazados, la OCHA llama la atención sobre sus condiciones de vida en unos lugares insalubres, una situación "extremadamente propicia para la propagación de la enfermedad".
Al 31 de agosto, de los 96.000 desplazados por la violencia de las bandas armadas, más de 21.000 vivían en emplazamientos improvisados en la capital.
El Gobierno haitiano, las Naciones Unidas y otros socios, hicieron el pasado martes un llamamiento para conseguir 145,6 millones de dólares, a fin de apoyar la respuesta de emergencia ante el cólera y proporcionar asistencia a 1,4 millones de personas que viven en las zonas más afectadas.
La reaparición del cólera se produce en un contexto de crisis sociopolítica, de seguridad y humanitaria que ha paralizado el país, aunque la reciente reanudación de la actividad en la terminal petrolera de Varreux, debería facilitar la recuperación.
